Un grupo de decenas de radicales secesionistas ha declarado como "territorio liberado" el municipio gerundense de Amer, pueblo natal del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont (JxCat), y en cuyo ayuntamiento han entrado impunemente algunos de ellos para dar un discurso desde su balcón y colgar una pancarta.
La acción, reivindicada por un grupúsculo que autodenominado Desobediència Civil Catalunya, se desarrolló ayer sábado y consistió en iniciativas como montar "puestos fronterizos" con barreras en los accesos del pueblo, a modo de fronteras, y entrar en el consistorio --en manos de Amer-JxCat--, en cuyo balcón un par de encapuchados leyeron un manifiesto y colgaron una pancarta con el lema "Ayuntamiento liberado", mientras el resto de participantes, extasiados, coreaban consignas patrióticas y cantaban Els Segadors en la plaza, donde desplegaron una enorme bandera negra ultranacionalista.
Acto con la presidenta de la ANC
Los radicales también pusieron cintas en oficinas de La Caixa y llevaron a cabo diversos actos por la tarde, como por ejemplo una charla llamada "Desobediencia, el camino a la independencia", a la cual asistió la funcionaria, ex alto cargo de la Generalitat y presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu.
El festín nacionalista contó también con el apoyo y la presencia de otros dirigentes del procés como el diputado de JxCat Salvador Vergés, un asiduo en estas lides, pues el mes pasado también participó en otro acto casi idéntico en el pueblo de Bàscara. Evento en el que tampoco faltó la entrada a placer en el ayuntamiento y la instalación de fronteras, al parecer muy del agrado de los impulsores de este tipo de iniciativas. Así, por ejemplo, en una actuación musical, la cantante del grupo Blue Duck preguntó a gritos desde el escenario a la "gente de Amer" si "ya tenían el pasaporte".