El independentismo están más dividido que nunca... si es que en este mandato estuvo realmente unido alguna vez. La CUP abunda en esa fractura, visualizada tras el congreso de Junts per Catalunya (JxCat), y asegura que, ahora, no votaría a favor de la investidura de Pere Aragonès debido a su postura sobre la presencia del castellano en las aulas. Asimismo, los antisistema acusan a sus otrora socios de ERC y JxCat "no hacer nada" para lograr la autodeterminación y la amnistía.
El secretario tercero de la Mesa del Parlament y diputado de la CUP, Carles Riera, ha asegurado que el Govern acepta la política lingüística que defiende Ciudadanos "a través del PSC", y critica que el grupo naranja consiga así, según él, aplicar sus políticas en el momento más bajo de su representación política. Y preguntado por si la CUP facilitaría a día de hoy la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat, ha respondido que "en las condiciones actuales, es evidente que no".
Adiós a la inmersión
En una entrevista en el diario Nació Digital, ha dicho que, ante este diagnóstico, el Ejecutivo de Aragonès debe decidir si "de la mano del PSC deja entrar el bilingüismo de Cs o si dialogan con la comunidad educativa" para conseguir un consenso político que, según él, refleje el consenso histórico sobre la inmersión lingüística.
Si bien ha asegurado que está convencido de que ERC y Junts defienden la presencia del catalán en las aulas, ha advertido de que "su actuación, sin duda, acaba con la inmersión", y acusa al Govern de no confrontar la sentencia del 25% y de no atender a los datos que marcan el descenso del uso de catalán entre el alumnado.
Sentencia del 25%
Así, ha apostado por crear las condiciones para que no sea aplicable la sentencia del 25% de castellano en las aulas de Catalunya: "Es necesario un acuerdo político entre Parlament y Govern que blinde la inmersión y que dote los centros de recursos necesarios para garantizar el modelo".
Por otro lado, ha sostenido que la mayoría del 52% "se ve totalmente bloqueada en el Parlament porque Govern, ERC y Junts se desdicen de cualquier agenda para la autodeterminación y la independencia", y asegura que la CUP es la única formación que trabaja para alcanzarla.
También ha dicho textualmente que la CUP está fuera del marco de negociar unos futuros presupuestos catalanes y que ahora la formación plantea "una impugnación total de la estrategia de la legislatura y la estabilización institucional del Estado".
Riera, que ha remarcado que la independencia no será fruto de la mesa de diálogo entre Generalitat y Gobierno, ha llamado a "crear las condiciones para la ruptura: reforzar el movimiento independentista en la calle, la desobediencia civil, ejercer la soberanía desde el Parlament y las instituciones".