La polémica por el nombramiento del gurú que ha contratado el consejero catalán de Salud, Josep Maria Argimon, llegará al Parlament. El titular del Departamento deberá responder sobre la designación de Joan Vegué como nuevo coordinador del Plan Director de Salud Mental de Cataluña: lo hara por iniciativa de Vox.
Según la batería de preguntas parlamentarias a la que ha accedido este medio, la formación que pilota Ignacio Garriga pedirá a Argimon saber en qué consiste el plan que regirá el doctor Vegué, qué remuneración cobrará el facultativo por su trabajo y, lo más importante: la fuerza verde exige que Vegué comparezca en la Comisión de Salud del hemiciclo autonómico para dar explicaciones tras la controversia pública por sus intereses en el sector privado.
Conocer el concierto con CPB
En el seno del mismo organismo de la cámara regional, la diputada María García Fuster exigirá conocer el desglosado del concierto que mantiene la empresa de Vegué con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), que este medio avanzó que totaliza 12 millones de euros al año y los contratos que CPB SSM con Salud y Bienestar Social; entre otras consejerías.
Asimismo, Fuster (Vox) busca saber el número de camas de hospitalización en los dispositivos de CPB; los proveedores del CatSalut en materia de bienestar emocional en los últimos años y la metodología que usará el cargo sanitario para decidir partidas en este campo asistencial.
Posible Juez y parte
La petición de comparecencia de Joan Vegué en el Parlamento catalán y las preguntas a la Consejería de Salud sobre el convenio que une al nuevo gurú en salud mental llegan a la estela de una fuerte controversia en el sector sanitario por los intereses del directivo en la sanidad privada. No en vano, Vegué es director médico de uno de los proveedores del Departamento y, hasta marzo de este mismo año, consejero de la sociedad mercantil.
Ello ha incendiado al sistema, por cuanto el nuevo cerebro de la salud mental decidirá sobre estrategias y partidas presupuestarias que podrían beneficiar a su empresa. De hecho, ya hay dos propuestas en este sentido: la reducción del número de camas de hospitalización y el recorte del número de proveedores. Ambas transitan en la senda beneficiosa para CBP SSM, de la que Vegué es alto cargo.
Rompe la tradición de ERC
Ello, de hecho, llega por una apuesta personal del equipo de Argimon, que ha roto la tradición de ERC de que el Plan Director de Salud Mental lo dirija un directivo sanitario del perímetro público. Antes del doctor Vegué, pilotaron la hoja de ruta los doctores Cristina Molina (Sant Joan de Déu) y Jordi Blanch (Hospital Clínic Barcelona).
Ahora, con el actual conseller, el plan de bienestar emocional se privatiza, al menos en lo que a su presidencia se refiere. Y lo que es más: el cambio de presidente --o coordinador, como le llama la Consejería-- llega cuando este terreno asistencial se alza como prioridad de Salud tras la fase dura de la pandemia del coronavirus.