Las de Downing Street no fueron las únicas reuniones sociales de dudosa ética que se celebraron durante la época pandémica. Con motivo del 50 aniversario del Club de Tennis els Gorchs, la institución celebró una fiesta que tuvo como invitados de honor al alcalde de Les Franqueses del Vallès, Francesc Colomé, al presidente de la Federació Catalana de Tennis y al personal técnico de la Federación Española de Tenis.
Así lo confirma el propio Colomé (Junts per Les Franqueses) a preguntas de Crónica Global. El alcalde corrobora que, según su agenda oficial, el acto efectivamente se celebró el 24 de julio de 2021, fecha en la que todavía estaba vigente el toque de queda a la una de la madrugada en el municipio. Sin embargo, mantiene que el evento “se celebró al aire libre y cumpliendo todas las medidas sanitarias que el momento exigía y que finalizó, con total seguridad, mucho antes de la hora límite para que los asistentes pudieran regresar a sus casas”. De lo contrario, afrima que “no hubiese participado”.
“Que no hagan ningún control”
Pero la llamada registrada por la centralita de la Policía Local pone en entredicho las palabras del alcalde. Pocos minutos antes de las doce y media de la noche, ya del día 25, la regidora de Seguridad Ciudadana --hoy segunda teniente de alcalde y concejala de Deportes, Régimen Interno, Movilidad, Participación, Hacienda y Comunicación--, Montserrat Vila, llamó a la base para informar sobre una fiesta “con la presencia del alcalde”. En la misma llamada, la regidora insistía en que el evento finalizaría “cerca de las dos de la madrugada” y daba la orden expresa de que “la patrulla no hiciera ningún control” en la zona.
A preguntas de este medio, Vila mantiene que respetaron el toque de queda. De hecho, insiste en que la fiesta cumplía con todas las medidas de seguridad, que las mesas estaban limitadas a diez personas --pese a que se celebró en el exterior-- y que el consistorio autorizó el evento después de estudiar si las condiciones sanitarias eran las idóneas. Como muestra de que las cosas se hicieron bien, incide, "no se registró ningún brote" de coronavirus entre los asistentes en los días posteriores.
Niega que hiciera la llamada
Sobre la llamada que presuntamente realizó esa noche, asegura que “no es verdad”. “No tenía ninguna necesidad de pedir nada así cuando la fiesta terminó antes para que a los invitados, que algunos venían de fuera, les diera tiempo de regresar a sus casas”. Por otro lado, insiste, es consciente de que la Policía Local no es la única que controla la zona, “también patrullan los Mossos”. La regidora resta credibilidad al parte policial asegurando que, como “no está firmado, lo puede haber escrito cualquier agente”.
Sin embargo, fuentes policiales consultadas ratifican la autenticidad de un documento. Afiirman de forma tajante que “es oficial”. Aunque Vila se escuda en que el escrito carece de “firma”, los mismos interlocutores explican que “aunque no figura el TIP del agente que cogió la llamada, sí que contiene el código del servicio”, que sirve de acceso al informe policial completo. “El número de servicio es único y es equiparable al de unas diligencias”, aseguran. “Si no aparece el TIP es únicamente porque cuando esto se remite al ayuntamiento se hace en su versión reducida por una cuestión de protección de datos”.
“Es un documento oficial”
Las mismas voces afirman que recuerdan este episodio con claridad. La llamada fue atendida por un agente en prácticas, “recién salido de la escuela de policía”, que anotó a pies juntillas lo señalado por la concejal. La tramitación de esta llamada, a la que se le asignó un nivel de prioridad alto, causó un cierto revuelo en la comisaría. Preguntado por el episodio, el agente se ratificó en lo transcrito y aseguró que se había quedado de “pasta de boniato” ante una petición que, inciden, “podría rozar la ilegalidad, no solo por la intención de no respetar el toque de queda, sino porque el hecho de no hacer controles que incluye también los de alcoholemia”.
A raíz de estos hechos, los delegados sindicales, estupefactos, solicitaron una reunión oficial con el jefe de la Policía Local en funciones y le preguntaron si el comportamiento de la concejala “era normal”. Ante la gravedad de lo sucedido, el responsable decidió escalar el asunto hasta el inspector, que por una baja médica no pudo concluir los trámites.
Alcalde y regidora conocen el documento
A pesar de que este asunto "ha quedado en el aire” y por el momento no ha tenido consecuencias legales ni políticas, los agentes consultados subrayan que se trata de un documento oficial que, además, fue remitido a la mañana siguiente al Ayuntamiento de Les Franqueses del Vallès. Como cada jornada, relatan, enviaron las novedades diarias al consistorio, por lo que tanto el alcalde como la regidora, según estas fuentes, son conocedores de la existencia del escrito. Además, recuerdan, todas las llamadas de la centralita son grabadas por cuestiones de seguridad, por lo que podría recuperarse el audio de aquel 25 de julio.
Sin embargo, no pueden confirmar si los asistentes a la fiesta de Els Gorchs incumplieron o no las medidas obligatorias impuestas por la Generalitat para la contención del Covid. Desconocen si las patrullas no pasaron por el lugar porque había otros servicios --y solo tres agentes para una localidad de 19.768 habitantes-- o si no lo hicieron cumpliendo las órdenes de la que por aquel entonces era su superior.