La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ha sido elegida vicepresidenta de la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO), una organización internacional que defiende el derecho a la "autodeterminación" de sus 44 miembros activos en todo el mundo.
En un comunicado, la entidad secesionista considera este nombramiento como un paso importante que le permitirá aumentar su ámbito de influencia y potenciar su tarea internacional "a un nivel superior".
"Abusos de España contra Cataluña"
La ANC, según recuerda en su página web, "es miembro de la UNPO desde 2019, en el marco de su estrategia de difusión del mensaje independentista catalán y de denuncia de los abusos de España contra el pueblo de Cataluña" (sic). La entidad ultranacionalista considera que el nombramiento de Paluzie "aumentará esta capacidad a nuevos niveles, permitiendo el acceso de la Assemblea a la sede de la ONU".
Los miembros de la UNPO son "pueblos indígenas, minorías, Estados no reconocidos y territorios ocupados", que se han unido para promover la "autodeterminación" y defender, según afirman, sus derechos políticos, sociales, culturales y el medio ambiente.
Fin de semana en Washington (EEUU)
Una delegación de la ANC, encabezada por la propia Paluzie, asistió el pasado fin de semana a la asamblea general de la UNPO que se celebró en Washington. Entre los objetivos de este organismo figura tener una presencia permanente en EEUU. Y, con ello, reforzar su influencia diplomática en las Naciones Unidas y tratar de tener más relevancia internacional.
Las elecciones que sitúan a Paluzie como vicepresidenta de este organismo han conllevado una importante renovación en su presidencia, que ha pasado de tener diez hombres y una mujer a seis mujeres y cinco hombres, y por primera vez la presidenta es una mujer y africana: Edna Adan Ismail, de Somalilandia.
Creada a finales de la década de los 80, la UNPO tiene entre sus prioridades el fomento del derecho de "autodeterminación" y, entre sus 44 miembros activos, figuran, por ejemplo, el Tibet, Kurdistán o los tártaros de Crimea, entre otros.