El Parlament de Cataluña ha rechazado este jueves una moción de Ciutadans (Cs) que pedía crear una comisión de investigación en la Cámara sobre las presuntas relaciones del secesionismo catalán con Rusia, para "conocer la verdad de estos contactos".
Este punto de la moción no ha salido adelante tras obtener los votos favorables del PSC, Cs y PP, el 'no' de ERC, Junts y la CUP, y la abstención de En Comú Podem y Vox.
"Menosprecio al Estado de derecho"
El portavoz de Cs en el Parlament, Nacho Martín Blanco, ha criticado que el independentismo juegue a "desautorizar la ley y menospreciar las constituciones y el Estado de derecho" de otros países tras apoyar la capacidad de autodeterminación de Crimea, y ha pedido declarar ilegal al Consell per la República del prófugo Carles Puigdemont.
Alejandro Fernández (PP) ha trasladado su apoyo íntegro a la moción; en cambio, Aurora Madaula (JxCat) ha acusado a Cs de hacer afirmaciones sobre los contactos de dirigentes del procés con el Kremlin sin aportar pruebas, y Ernest Maragall (ERC) ha reprochado que se hable de estos contactos cuando "todos saben quienes son los amigos de Putin en Europa: la extrema derecha".
Comuns y Vox se abstienen
El socialista Davíd Pérez (PSC) ha defendido crear la comisión de investigación de los contactos del secesionismo con Rusia, mientras que el diputado Antonio Gallego (Vox) ha tildado de "repugnante que el separatismo catalán haya coqueteado con Rusia y deberían estar en la cárcel por traidores".
Por su parte, Carles Riera (CUP) ha votado en contra de la moción escudándose en que su partido no puede avalar lo que denomina "política expansionista y belicista de la OTAN, Estados Unidos y también del Estado español", mientras que Susanna Segovia, de los comuns, ha esgrimido como argumento para no votar a favor de la investigación que, igual que se exige indagar los contactos del independentismo con Rusia, también se haga lo mismo con Vox.
El rechazo de la mayoría nacionalista en el Parlament a investigar esos contactos con Rusia contrasta con el interés del Parlamento Europeo, donde el pasado septiembre se reclamó indagar esos los lazos entre el secesionismo catalán y la inteligencia rusa, apuntados por esas fechas en el diario estadounidense The New York Times.