Los sindicatos educativos piden al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que se implique en buscar una solución a sus demandas. Lo han dicho después de que este martes se hayan reunido con el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, en el marco de una jornada de huelga que ha sido todo un "éxito" para la comunidad educativa.
Unos 22.000 docentes de la educación pública, de la concertada y del personal laboral del Departamento, han protestado por las calles de Barcelona en una manifestación que ha empezado en el Paseo de Gracia y que ha acabado delante de la consejería, en Via Augusta. Tras los gritos de los allí presentes, Cambray ha pedido reunirse con el comité de huelga --un representante de cada sindicato--. Un encuentro de 15 minutos que se ha producido en el mismo edificio y en el que no se ha logrado ningún acuerdo.
Los profesores, "en pie de guerra"
De hecho, el conseller ha insistido en que la decisión de avanzar el curso al 5 de septiembre en Infantil y Primaria y al 7 de septiembre en Secundaria y Bachillerato, es una buena medida para las familias y para los alumnos, ya que ayuda a la conciliación. También ha asegurado que el Govern está "trabajando" en cuestiones como, por ejemplo, la reducción de las ratios en P3.
Sin embargo, esto no es suficiente para los sindicatos, que quieren "negociar todas las demandas". Si no lo hace, los profesores seguirán "en pie de guerra".
Sigue la huelga
Este martes ha sido el primer día de una huelga que prevé durar cuatro días más --16, 17, 29 y 30 de marzo--. La segunda jornada se procudirá este miércoles, coincidiendo con la inauguración del Salón de la Enseñanza. A partir de las 11.30, una manifestación arrancará en la estación de Sants hasta la Fira de Barcelona.
Además, los municipios serán los protagonistas. Y es que los docentes han impulsado sus propias acciones en ciudades como Tortosa, Tarragona, Girona, Lleida y Manresa. Quieren seguir presionando a Cambray, de quien esperan una "negociación real y no tanto paripé".