Los 73 directores de institutos públicos de Girona exigen al conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, “ser escuchados” y obtener “soluciones” ante las modificaciones en materia educativa planteadas por la Generalitat. También denuncian estar en un punto de “desconexión” que no habían visto nunca.
Los directores se sienten molestos por los cambios llevados a cabo por la consejería en aspectos como el avance del curso escolar al 5 de septiembre, el nuevo currículum y la política lingüística, entre otros.
Denuncian el "desprecio" de Cambray
La misiva está en manos del director general de servicios educativos en Girona, Adam Manyé, y también se la harán llegar a Cambray en las próximas horas.
Los directores de los centros consideran que las decisiones tomadas por el Govern son un “desprecio al trabajo del profesorado y a los propios docentes”. Además, denuncian que la información les haya llegado por los medios de comunicación y en reuniones en las que no han tenido “ni voz ni voto”.
Quejas por los cambios
Sobre el avance del curso escolar, afirman que es incompatible con la gestión de las listas de espera en la ESO o con el “mantenimiento de las pruebas extraordinarias de Bachillerato los días 1 y 2 de septiembre”. Además, advierten de que los nuevos profesores del instituto podrían tener dificultades para adaptarse, ya que no se incorporan hasta el 1 de septiembre. Lo que significa que solo tendrían cuatro días para hacerse al centro.
En cuanto a las modificaciones curriculares que afectan a la secundaria, los directores piden disponer de tiempo para la “participación de la comunidad educativa en el diseño del currículum propio del centro”. Además, rechazan que desaparezcan asignaturas como Filosofía o la optativa de Artes Escénicas, así como la reducción de horas lectivas en Tecnología, Música o Visual y Plástica.
Bachillerato de carácter general
Acerca de la posibilidad de ofrecer un bachillerato de carácter general, los directores reclaman “contar con toda la información sobre lo que representa y los recursos con los que se contará antes de tener que tomar una decisión”. En este sentido, critican que el conseller pidiese qué centros eran voluntarios para impartirlo con un plazo de 24 horas.
En este sentido, aseguran que no disponen de información sobre “cómo serán las pruebas de acceso a la universidad” (PAU) para organizar la programación del nuevo currículum.
En cuanto a la obligatoriedad de impartir el 25% de horas en castellano --como obliga la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)--, exigen saber cuál será la responsabilidad de las direcciones. Asimismo, defienden seguir con la jornada continuada y muestran su disconformidad con que los institutos-escuela lleven a cabo jornada partida.