La paciencia de los profesores con el Govern se está acabando. Por eso, algunos de ellos están impulsando medidas más contundentes para presionar al conseller de Educación, Josep Gonzàlez Cambray. Una de ellas surge de la asamblea de profesores del Instituto Baix Penedès, en El Vendrell (Tarragona), que propone a todos los centros educativos de Cataluña no registrar las notas de la segunda evaluación ni entregar informes de calificaciones.
Una iniciativa que no sustituye a la huelga de cinco días convocada por los sindicatos, pero que serviría para demostrar al titular de Educación el hartazgo de la comunidad educativa. Además de esto, un miembro de la asamblea docente del Baix Penedès explica a Crónica Global que “calentarán” la huelga del 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo desde el día de antes, el 14 de marzo, con una manifestación que empezará a las seis de la tarde en El Vendrell.
El consejero catalán de Educación, Josep Gonzàlez Cambray / EUROPA PRESS
Reticencias de los sindicatos
Sin embargo, desde los sindicatos educativos avisan de que la propuesta de no poner notas podría derivar en un expediente disciplinario --suspensión de empleo y sueldo--, ya que significa “desatender y abandonar” las responsabilidades laborales. “Es tirarse piedras en su propio tejado”, dicen desde Profesores de Secundaria, que no ven mal la idea siempre y cuando coincida con la huelga. De hecho, su intención era hacer encajar el parón con las notas de las evaluaciones para que tuviera un mayor impacto. Pero finalmente no todos los sindicatos apoyaron esta fórmula.
Por el contrario, a los profesores del Baix Penedès no les preocupa que Cambray les abra un expediente, pues creen que "no saldría adelante". "El conseller ya tiene suficientes problemas como para centrarse en esto”. Aun así, no la llevarán adelante si no se adhieren 100 centros. Una cifra que se conocerá el próximo viernes.
Optimismo por la huelga
Algunas fuentes de los sindicatos consultados por este medio esperan que no prospere esa iniciativa e instan a buscar alternativas. Por ejemplo, huelgas parciales de una o dos horas. “Si paras los lunes y viernes de 8 a 11 de la mañana o de 11 a 15 de la tarde, colapsas las entradas y las salidas de los alumnos. Lo que generaría mucho impacto”.
Lo que sí reconocen es que estas ideas --motivadas por los propios profesores-- evidencian "el cansancio" de la comunidad educativa con el conseller y vaticinan el éxito que tendrá la huelga. Según CCOO, “está teniendo buena acogida” porque están trabajando para dar a conocer los motivos por los que se convoca. “No se trata solo del calendario escolar, hay muchas cosas: recortes, ratios, currículum”, entre otras. Algo que comparten desde UGT, que aseguran que hay “ganas de huelga general” por la “indignación” de los profesores.
Los sindicatos de educación se manifestarán en el Salón de la Enseñanza / NC - CG
Dos grandes manifestaciones en Barcelona
Una huelga que durará cinco días. Los tres primeros serán la próxima semana: 15, 16 y 17 de marzo. En estas jornadas coinciden las reivindicaciones de la pública, de la concertada y del personal laboral de la Consejería de Educación. Crónica Global ha podido conocer algunos de los detalles por parte de algunos de los organizadores. El primer día (martes) habrá una gran manifestación en Barcelona --previsiblemente por la mañana--, donde se prevé una gran afluencia de personas de toda Cataluña y un recorrido que irá desde los Jardinets de Gràcia hasta la Vía Augusta de Barcelona.
La segunda jornada (miércoles) estará focalizada en el territorio. Los distintos municipios de Cataluña se están movilizando y llevarán a cabo "iniciativas más espontáneas" como cierres en los centros. Y el tercer día (jueves), la comunidad educativa volverá a concentrarse en la Ciudad Condal, dejándose ver desde plaza Universitat hasta plaza Sant Jaume. Los siguientes dos días de paros serán el 29 y 30 de marzo.
No cabe duda de que a Cambray le espera un mes de marzo complicado, pues la comunidad educativa ya ha avisado de que está dispuesta a llegar hasta donde haga falta para paralizar el nuevo calendario escolar "impuesto" por el conseller.