El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, sigue caminando por arenas movedizas. No ha sido capaz de frenar la amenaza de huelga que planeaban desde hace días los sindicatos educativos. Los días 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo los profesores harán un parón en señal de protesta por la actitud del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, que de forma “unilateral” ha impuesto cambios en el calendario escolar para el curso que viene. Un hecho que ha cabreado también a las familias, que piden al consejero que entone el mea culpa y dé un paso al frente para frenarla y conseguir la paz en las aulas.
A pesar de que la huelga es un “derecho” que respetan, consideran que Cambray es quien debe trabajar para alcanzar un acuerdo con los sindicatos. Sin embargo, éstos ya han descartado sentarse en cualquier mesa de negociación ante la actitud “autoritaria” del titular de Educación, que no quiere “ni cambiar una coma” del nuevo calendario. Así lo han dicho este miércoles los representantes de Ustec, CCOO, UGT, USOC, CGT y profesores de secundaria ante las puertas de la consejería en Barcelona.
Una “medida de presión” poco adecuada
La presidenta de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac), Belén Tascón, cree que el Govern todavía está a tiempo para establecer “puntos de diálogo que se han roto con la comunidad educativa”. Lamenta que Cambray haya actuado al margen de los docentes y se hayan tenido que enterar por los medios de comunicación de unos cambios que les afectan. Ve el parón como “una medida de presión”, pero confía en que todas las posturas se acerquen hasta entonces.
Desde Affac comparten algunas de las reivindicaciones con los sindicatos, sobre todo en cuanto a la implementación de la jornada intensiva durante el mes de septiembre. Al contrario de lo que defiende el conseller, “no es una fórmula que beneficie a los niños”. “No compensa empezar el día 5 de septiembre si, a cambio, hay jornada intensiva”, advierte Tascón. No obstante, piensa que esta forma de reivindicación laboral “no es la mejor”, teniendo en cuenta el contexto de pandemia en el que los alumnos han sufrido las consecuencias.
“Las familias no podemos hacer huelga”
Algo en lo que coincide Josep Manuel Prats, de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Escuelas Libres de Cataluña (Fapel), quien se ha mostrado más crítico. “Las familias no podemos hacer huelga”, recalca en declaraciones a Crónica Global. Y es que los menores ya han “perdido mucho tiempo y oportunidades” por culpa del Covid como para sufrir más afectaciones derivadas de la huelga. “¿No hay otras herramientas? ¿Tiene que ser cinco días entre semana?”, se pregunta.
A pesar de todo, reconoce su decepción con Cambray. “Impone una cosa y no está dispuesto a hablar”. De hecho, desde Fapel denuncian llevar ocho meses pidiéndole una reunión a su Departamento sin recibir respuesta, para tratar cuestiones como la financiación de la escuela concertada o la escuela inclusiva.
Otras huelgas convocadas
Pero este no es el único reto que el consejero de Educación tiene encima de la mesa, pues hay convocadas otras huelgas en el sector. El 8 de marzo habrá movilizaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer, y el día 23 desde la Intersindical-CSC, COS y Sepc convocaron otro parón contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de impartir el 25% de las clases en castellano.
Al conseller le quedan unas semanas para tratar de alcanzar un acuerdo como reclaman las familias. Aunque el calendario de marzo se prevé poco productivo.