El hartazgo de la comunidad educativa con el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, sigue in crescendo. Este lunes en la reunión del Consejo Escolar de Cataluña, el titular de Educación se ha negado a dar marcha atrás como pedían los sindicatos educativos y ha defendido nuevamente su propuesta de iniciar el curso escolar el 5 de septiembre --en Primaria e Infantil-- y el 7 de septiembre en la secundaria. Insiste en que se trata de una medida que beneficia a los alumnos y a las familias.
Lo ha dicho en un pleno extraordinario celebrado en el Palau Robert de Barcelona y cuyo único punto del día era que el conseller diese explicaciones a las partes sobre la medida de empezar antes las clases. Ha explicado los detalles de la propuesta y ha insistido en que es una decisión que "pone al alumnado como principal beneficiario". Sin embargo, ha rechazado la petición mayoritaria de los sindicatos de hacer una moratoria para tratar el calendario con más calma y estudiando todas las implicaciones.
Cambray rechaza una moratoria
Según Cambray, en esta reunión "ha habido unanimidad en que es una medida buena para el alumnado". "Todos están de acuerdo con el qué. Tenemos tiempo, ahora toca debatir", ha dicho. En cambio, los sindicatos consultados por Crónica Global aseguran que "es falso" que haya habido acuerdo. Es algo que ya se temían antes de iniciar el encuentro: "No tenemos ninguna esperanza al respecto", ha apuntado Iolanda Segura, representante de Ustec, en declaraciones a este medio.
Desde CCOO han planteado "una moratoria del orden del calendario y poder empezar a trabajar de manera participada y con criterios de mejora de la calidad y equidad de la educación, teniendo en cuenta las condiciones laborales de los trabajadores", dice Teresa Esperabé. Es decir, han pedido al consejero que se posponga un año la entrada en vigor de esta norma "mientras se negocia".
"Se niega a negociar"
Desde Associacions Federades de Famílies d'Alumnes de Catalunya (Affac), Lidón Gasull lamenta que el conseller se haya "negado a negociar y a aceptar ninguna modificación". También le han trasladado sus preocupaciones en relación a la introducción de la jornada intensiva durante todo el mes de septiembre, y la importancia de que las familias y las Afa tienen que ser quienes gestionen las actividades de los centros educativos de forma comunitaria.
Todos coinciden en las "malas formas" que usa el Departamento de Educación a la hora de tomar decisiones, de forma "unilateral y sin hacer uso de los órganos de participación democrática donde está representada la comunidad educativa. Esto les ha llevado a ponerlo el punto de mira, pero no sólo por esta cuestión, sino también por otras que tampoco ha consultado con el Consejo Escolar de Cataluña. Por ejemplo, sobre la nueva exigencia de pedir un nivel C2 de catalán a los profesores que quieran ejercer en Cataluña a partir de 2024.
Huelga de cinco días en marzo
Por todo ello, los sindicatos le han pedido en reiteradas ocasiones que dimita. Algo que no está dispuesto a hacer. El viernes ambas partes mantuvieron una reunión en la que tampoco hubo acuerdo. Los sindicatos tildaron la actitud del conseller de "prepotente" e "inmovilista" por no abrirse a debatir la propuesta.
Por ello, Cambray se enfrenta a una huelga de cinco días a principios de marzo y, además, los sindicatos anunciaron que, si no hay cambios en la propuesta inicial, retrasarán el inicio del curso escolar en septiembre.