El ‘efecto Ayuso’ en el PP de Cataluña
La presidenta madrileña genera entusiasmo en un sector de la militancia del partido, mientras que la lealtad de Alejandro Fernández a Casado se ha visto enturbiada por el 14F y las maniobras de Egea
18 febrero, 2022 00:00¿Qué apoyos tiene Ayuso en el PP de Cataluña? Un miembro del partido responde: “Como en todas partes. Silencio entre los dirigentes, entusiasmo en las bases”. Los populares catalanes asisten atentos a la lucha (¿final?) entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, que preconiza un caos total para la formación cuando se publiquen las próximas encuestas electorales. Fuentes del PPC aseguran que "la crisis es demasiado relevante para que tenga efectos en Cataluña". Pero las afinidades, habidas y por haber, son inevitables.
Alejandro Fernández es uno de los barones autonómicos que más fieles se han mostrado con el presidente del partido desde que ganó las primarias de 2018. Sin embargo, la lealtad de Fernández no ha sido compensada suficientemente. A pesar de sus conocidas cualidades oratorias, se le descartó como portavoz de la ejecutiva nacional. Y en Génova hubo maniobras para desbancarle, tras los malos resultados obtenidos en las elecciones catalanas del 14F. A estos amagos de mover la silla al líder catalán se añaden las supuestas conspiraciones de dirigentes como Xavier García Albiol y el independiente Josep Bou con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, lo que bloqueó las relaciones entre Fernández y Casado. Hasta que Albiol se vio implicado en el caso de los papeles de Pandora.
¿Solución salomónica?
El tiempo dirá si la pugna entre Ayuso, que acusa a Génova de querer destruirla por tener cada vez más apoyos en el partido, y Génova, que la amenaza con la expulsión, tiene consecuencias en Cataluña. El vencedor de esa guerra abierta, que tiene pocos precedentes en la política española, provocará un cisma o una correlación de fuerzas. O, cuando menos, la búsqueda de una solución salomónica, esto es, una tercera vía --¿dará el paso Alberto Núñez Feijóo, como le reclaman algunos sectores?--.
Las relaciones del PP catalán con Génova se habían enturbiado en los últimos meses, pero las luchas cainitas entre Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid añaden inestabilidad ante un futuro incierto para el partido.
La apuesta de Fernández por Casado, mientras otros dirigentes catalanes apostaban por Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal, se mantuvo firme hasta las elecciones del 14 de febrero de 2021, cuando el PP se quedó con tres diputados y sin grupo propio. Dirigentes como Alicia Sánchez Camacho y García Albiol, expresidente del PPC y que todavía era alcalde de Badalona --fue destituido tras una moción de censura en noviembre del año pasado-- arremetieron contra Fernández, a quien, además, exigieron la devolución del acta de diputada de Eva Parera en una convulsa reunión de la ejecutiva popular. Una exigencia que, precisamente esta semana, se ha hecho realidad, pues el partido ha obligado a Parera a dejar su escaño parlamentario tras liderar un nuevo proyecto, Valents, heredero de Barcelona pel Canvi.
Egea enturbia las relaciones
Tras descubrirse los negocios del badalonés en Belice, la situación de Albiol se ha vuelto más controvertida en un partido donde los casos de corrupción le han pasado factura, pero que todavía le mantiene como presidente del Comité de Alcaldes del PP --integrado por más de 2.000 alcaldías--, cargo que estrenó en agosto de 2020.
“Albiol ha sabido jugar bien sus cartas y tiene excelentes contactos en Madrid”, explican fuentes del PP. Es con el núcleo de Teodoro García Egea, Antonio González Terol y Ana Beltrán con quien el exalcalde mantiene una buena relación, lo que ha entorpecido la relación directa entre Casado y Fernández.
El errático papel del líder del PP en la campaña de las elecciones catalanas, donde cuestionó la intervención policial del 1-O, no ha ayudado a apuntalar ese entendimiento. Sin embargo, el entorno de Fernández asegura que, tras unos meses de reflexión y autocrítica, el tarraconense vuelve a por todas. “No ha dicho la última palabra sobre esas presiones recibidas desde Génova”, afirma un dirigente. Dicho de otra manera, la lealtad de Fernández hacia Casado se mantiene, no así su paciencia ante determinadas maniobras de la ejecutiva madrileña.