Artur Mas sugiere a la Generalitat de Cataluña que busque fórmulas para evitar cumplir las sentencias que tumban la inmersión lingüística monolingüe obligatoria en catalán e instan a impartir al menos un 25% de las clases en castellano. El exmandatario convergente ha afirmado sobre estas resoluciones judiciales ya firmes, que el Govern "debe acatar las sentencias, pero no hace falta que las aplique", sino que, "con sutilezas", puede encontrar "caminos para continuar defendiendo" el actual modelo monolingüe.
"El Govern tiene que acatar las sentencias, pero no hace falta que las aplique. ¿Cómo se hace esto? Con sutilezas. Una cosa es catar la sentencia y otra encontrar caminos para continuar defendiendo un modelo de inmersión lingüística que es lo que toca defender", afirma Mas en una entrevista al digital Vilaweb. Al ser preguntado sobre si eso significa hacer ver que se aplica ese 25%, su respuesta es: "Encontrar mecanismos que, al final, den salida a una situación judicial y legal que no podremos cambiar. Porque estas sentencias no las cambiaremos y habrá más. Dentro de este terreno de juego, ¿cómo puedo hacer las cosas para preservar la esencia? Aquí tienes que aplicar tu inteligencia y audacia, y no hay que proclamarlo tampoco a los cuatro vientos. Es aquello que decían desde hace muchos siglos en España respecto a Cataluña: Que se consiga el efecto, sin que se note el cuidado".
El expresidente de la Generalitat con CiU, por otra parte, se muestra despreocupado ante las críticas recibidas después de que el pasado diciembre reconociera que hizo una travesía en velero por el océano Atlántico de 6.000 kilómetros --además de un viaje en barco a las Baleares-- pese a haber pedido dinero a la caja de solidaridad secesionista por sus problemas judiciales por el procés. "La crítica es libre y que todo el mundo diga lo que quiera, Pero no pienso renunciar a mi vida porque el Tribunal de Cuentas me intente arruinar", afirma Mas.
La mesa de diálogo, "una engañifa"
Por lo que respecta a la denominada "mesa de diálogo" entre el Gobierno español y los dirigentes secesionistas de la Generalitat, Mas la considera "una engañifa" que solo traerá una nueva "decepción" porque, según él, "no tiene recorrido ni futuro" para encontrar lo que denomina "una solución al conflicto entre Cataluña y el Estado español".
Mas está convencido de que la mesa de diálogo será una decepción que "en este caso, correrá a cargo de ERC, que es quien ha encabezado con más fuerza" esta iniciativa.
En lo relativo a la polémica por la retirada del escaño del diputado de la CUP Pau Juvillà, ordenada por la Junta Electoral Central (JEC) por desobediencia, Mas ha advertido de que si el secesionismo se impone retos que "sabe que no podrá o querrá cumplir", puede sufrir un "efecto bumerán", porque la gente "se decepcionará más". "Pongámonos pocos objetivos, pero hay que cumplirlos. Y si cumplir quiere decir que hay que pagar un precio, o asumir un coste, pues hay que hacerlo. Y si no quieres asumir ningún precio ni pagar ningún coste, no te pongas este objetivo", ha argumentado.
"Me siento convergente"
Mas, por otra parte, ha puesto de relieve la "indefinición ideológica" de Junts per Catalunya (JxCat) y ha opinado que también debería "definir mejor" sus liderazgos internos. Y sostiene que ahora mismo es "militante de base del PDECat" y no tiene ninguna intención de entrar ni en Centrem --el nuevo partido impulsado por la exconsellera Àngels Chacón-- ni en ninguna otra formación política.
"Me siendo convergente y echo en falta un partido central en Cataluña que ocupe el espacio que nosotros ocupamos durante muchos años. Un partido que tenga fuerza y nervio para convertirse en un partido hegemónico" como lo fue Convergència, subraya.
Próxima visita al prófugo Puigdemont
Según Mas, JxCat está "en fase de construcción y de consolidación, pero aún con una cierta indefinición ideológica, y con algunos deberes pendientes", como por ejemplo "definir mejor cuáles son los liderazgos de partido y los institucionales".
"Un día vendrán las elecciones catalanas y sabemos que Laura Borràs fue la candidata en las últimas elecciones, pero a estas alturas no sabemos quién será el próximo", ha comentado.
Preguntado por su relación con el expresidente de la Generalitat y líder de JxCat, Carles Puigdemont, ha respondido que mantienen "una muy buena relación personal que nunca se ha roto, en absoluto, al revés", y que pretende volver a visitarle dentro de pocas semanas a su mansión en la localidad belga de Waterloo, donde se encuentra fugado de la justicia por el procés secesionista.