Alrededor de 200 personas se han manifestado este jueves por la tarde ante la sede del Distrito de Horta-Guinardó para expresar su rechazo a la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de instalar a partir de marzo un albergue para medio centenar de personas sin hogar toxicómanas en el Hotel Aristol, justo delante de la escuela de infantil y primaria Mas Casanovas.
Los asistentes han reclamado al consistorio que rectifique su decisión y reubique este equipamiento en otro lugar, más alejado de un centro educativo, protegiendo de este modo a otro colectivo también vulnerable como la infancia.
Rechazo al emplazamiento elegido
En la concentración, los manifestantes han dejado claro que su rechazo no es al centro para toxicómanos en sí, sino al nuevo emplazamiento elegido y contratado por la Associació Benestar i Desenvolupament (ABD) que lo gestiona, y que ha sido aceptado por la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) --de la cual forma también parte la Generalitat--. Razón por la cual se han coreado cánticos como “reubicación” y “no queremos centro cerca de los niños”.
Encuentro con Rosa Alarcón
Al final de la concentración, cuando una parte de los asistentes ya se habían marchado, la concejal de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, ha salido del edificio y ha asegurado a los padres que ella conoció el proyecto en diciembre --semanas antes de la entrada en vigor del contrato del nuevo albergue el 1 de enero--, y que no pudo hacer nada para modificar la ubicación. Unas explicaciones que no han convencido a los presentes, que le han trasladado en todo momento su indignación por la inflexibilidad y falta de transparencia del consistorio. Y han insistido en que no aceptarán ninguna solución que no sea la reubicación del equipamiento.
Vecinos y familiares de alumnos del colegio Mas Casanovas, al cual acuden menores de 3 a 12 años de edad, temen que se repitan ante los pequeños conflictos de convivencia e higiene como los que ya se han producido en las inmediaciones de la actual sede provisional del equipamiento, el albergue de la Fundación Pere Tarrés del barrio de Les Corts. Allí, los vecinos han denunciado situaciones de inseguridad como, por ejemplo, consumo y tráfico de drogas en plena calle, bullas y jeringuillas y otros residuos en el suelo, entre otras. Problemas algunos de los cuales, de hecho, se abordaron incluso en el Pleno de Distrito de Les Corts del pasado 5 de octubre, y que obligaron a reforzar la vigilancia de la zona.
La protesta, de convocatoria espontánea y anónima, es la segunda que se realiza en el barrio para reclamar la reubicación del futuro albergue para toxicómanos. La primera fue el pasado 23 de diciembre, ante el Hotel Aristol, pocos días después de que la Asociación de Padres y Madres (AFA) de la escuela Mas Casanovas conociera, de forma casual, la intención del ayuntamiento de poner este centro junto al colegio.