Los vecinos de Sant Andreu del Palomar siguen sorprendidos con los virajes en la recogida de basuras del Ayuntamiento de Barcelona. El modelo ideado por el concejal de Energía Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, suponía la eliminación de 283 contenedores para la recolección individualizada en el barrio. Algo que se contradice con la puesta en marcha esta semana de las basuras de materia orgánica con llaveros infrarrojos.
Los vecinos aseguran a Crónica Global que estos contenedores no son nuevos; de hecho, el sistema ya se aplicaba en edificios de más de 44 residentes. La diferencia es que ahora, tras varias molestias y carencias del puerta a puerta pasan a estar operativos para bloques de más de 20 personas. Algunas fuentes califican de “ratoneras” estos depósitos, que “han sido instalados sin una consulta real” en el barrio.
Retroceso del puerta a puerta
El modelo de Badia y que los comunes han implementado en Sant Andreu sigue cargado de críticas. Tantas que algunos vecinos recuerdan que se paró la segunda fase “con la excusa de aplicar mejoras”. Este progreso ha llegado con una medida que el barrio pidió en su momento, y que el consistorio denegó: volver a tener contenedores.
El sistema para abrir con el llavero infrarrojo --repartido a los correspondientes residentes--, en el que sonará una señal acústica al acabar el proceso, comenzará a estar operativo a partir de la próxima semana. No obstante, el resto de los materiales reciclables como el papel o el plástico siguen penalizados si no se depositan durante las dos horas semanales que ha fijado el ayuntamiento.
Discriminación de colectivos
La asociación Fans Porta a Porta presentó 4.236 firmas contra el modelo de Badia al consistorio. El ayuntamiento desestimó la solicitud, lo que consideran “que una vez más no escucha a los vecinos de Sant Andreu del Palomar”. A esta variable se le suma el rechazo que algunas organizaciones como la Once han realizado contra el sistema de los comunes, que señalan como “nada inclusivo y discriminatorio para los colectivos más vulnerables”.
Las personas invidentes o con dificultades auditivas se han encontrado con trabas para poder seguir el sistema municipal de recogida de basuras y no ser penalizados. Voces vecinales recuerdan que las bolsas al borde de la acera han provocado “caídas” y otro tipo de incidentes al colectivo con poca visión. Algo a lo que se suma que la señal acústica de los contenedores inteligentes, que deja fuera a los residentes sordos de saber si han realizado correctamente el depósito de materia orgánica, al no existir ningún otro tipo de aviso lumínico.
Las asociaciones vecinales de Sant Andreu critican la “improvisación” del consistorio en todo el modelo de basuras implantado en el barrio. También argumentan que las comisiones de seguimiento, por las que la Administración de Ada Colau ha vendido como un “diálogo de participación ciudadana” no son más que presentaciones de proyectos “que cambian cada día”. Los contenedores hacen retroceder el sistema puerta a puerta ideado por Badia, que el concejal puso como ejemplo de buen funcionamiento este martes en una jornada técnica del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).