Jaime Malet fue uno de los primeros empresarios en advertir de las negativas consecuencias del procés en la economía catalana. El independentismo le criticó duramente por ello. "Me hicieron escraches en Twitter, que es donde los tontos se dedican a insultar". El tiempo y las casi 6.000 empresas que abandonaron Cataluña le han dado la razón. De esa convulsa etapa escribe el presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España en su libro Del Tibidabo al mar (RBA), un compendio de artículos donde explica el problema catalán.
Su visión del desafío secesionista es demoledora. "Las empresas no volverán a Cataluña mientras sigan diciendo que lo volverán a hacer", afirma en una entrevista en el programa Converses de COPE Catalunya, en la que participa Crónica Global. Considera que el "control independentista de las instituciones", que a su juicio se remonta al Programa 2000 de Jordi Pujol, "ha sido brutal" y que "no sé como algunos pueden dormir con todas las fechorías que han hecho".
Desplome de la inversión
El empresario y abogado avisó cuando comenzó el procés "del malestar existente en las empresas, de la ruina que podía suponer para Cataluña. No tenía ningún sentido". Para las empresas americanas que representa, ese desafío "no pasó desapercibido, pues el Govern se dedicó a hacer propaganda. El mundo es muy grande y hay problemas muy importantes, pero se sentían responsables de atraer inversión y talento a España".
Asegura, en contra de lo sostenido por la Generalitat, que la inversión extranjera se ha desplomado. "Hace quince años, Cataluña tenía un 40% de capacidad inversora. Ahora es menos del 18%. Antes era un imán industrial, después fue turístico. Veremos que queda ahora. No es una crítica, es un llamamiento a la responsabilidad y a que el Govern deje de decir que no cumplirá la ley".
En uno de los relatos publicados en su libro, Malet acusa a los secesionistas de conducir a la comunidad catalana hasta el "despeñadero", pero "Cataluña nunca será independiente, no es suficiente con tener idiosincrasia". Afirma que muchos empresarios "no se quisieron mojar. Yo presenté a un expresidente de la Generalitat en Madrid como business friendly, cuando en realidad contribuyó a que más de 5.000 empresas se fueran de Cataluña".
Clientelismo
Jaime Malet se ha referido al "clientelismo", propio de "lugares pequeños con regímenes que duran años y que en algunos casos acaban en corrupción. Llega un momento en que aparece un sentimiento de que eres intocable. Tienen a los amigos colocados, participan en la financiación de partidos y luego creen que es necesaria la independencia".
Augura el empresario que el independentismo "seguirá controlando todo, las instituciones, los medios... Y montarán la gorda, como han hecho con la sentencia sobre el catalán, generando victimismo. Hay un grave peligro de que el catalán sea un idioma político, dirigido solo a gente que piensa que Cataluña debe ser independiente. Es un panorama muy triste. La gente joven está harta y es difícil hacer la revolución con la gente mayor". Muy duro con TV3 y Catalunya, "medios que yo pago con mis impuestos y que generan odio", asegura estar preocupado por "personas de tu entorno que intentan callarte. A mi no me han callado, pero a otros si".
Asegura que las empresas de Estados Unidos ven a España "en una situación con mucho desempleo, deuda, baja natalidad. Pero también la gran oportunidad que suponen los 140.000 millones que recibirá (Next Generation) y la ventaja de tener infraestructuras (carreteras, aeropuertos, AVE...) que ya están hechas. Nuestra red en telecomunicaciones equivale a la que tienen Alemania, Italia y Francia juntas".