La Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (Uavat) ha pedido al excomisario José Manuel Villarejo que aporte pruebas tras vincular al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con los atentados del 17A en Barcelona y Cambrils. El policía retirado deslizó que conoce esta relación durante el segundo día de su interrogatorio en la Audiencia Nacional por tres de las piezas del caso Tándem, una causa en la que se juega 110 años de cárcel.
La Uavat ha recordado en un comunicado que Villarejo señaló la implicación en los atentados del exdirector del CNI Félix Sanz Roldán en sede judicial durante un proceso penal en el que declara como acusado y en el que “no tiene la obligación” legal de decir la verdad. El investigado argumenta que no le dejan acceder a sus archivos para demostrar lo que dice.
El excomisario asegura tener información
Villarejo aseguró también que colaboró con el CNI “para intentar arreglar el entuerto” del atentado, el cual define como “un error grave del señor Sanz Roldán, que calculó mal las consecuencias por darle un pequeño susto a Cataluña”. En este sentido, la Uavat afirma que el excomisario tiene el deber de aportar esas pruebas, lo que mostraría “su empatía y solidaridad con las víctimas”.
Por su parte, el policía jubilado ha asegurado tener información y evidencias en sus archivos personales sobre las acusaciones que realizó la tarde del martes. Lo ha hecho esta mañana en declaraciones a Catalunya Ràdio a su llegada a la Audiencia Nacional para su tercer día de interrogatorio. “La prueba más evidente es que no me quieren dar mis archivos porque los han declarado secretos”, ha asegurado a la radio pública catalana.
Quisieron “dar apariencia de riesgo”
Según el excomisario, otra de las pruebas de la implicación del Centro Nacional de Inteligencia en el 17A es que, como él conocía esta información, tuvo a 20 funcionarios del CNI siguiéndole durante los dos últimos meses antes de su detención. No obstante, si dispone de evidencias, desde la Uavat se preguntan “por qué ha esperado a tener un juicio en su contra para realizar estas manifestaciones”.
En relación a sus declaraciones, Villarejo ha puntualizado que se refería a que cree que se quiso “dar una apariencia de riesgo”. El objetivo era que la comunidad sintiera “la necesidad de la protección del Estado”, pero “se les fue de las manos cuando el imán murió”. Cabe recordar que Sanz Roldán es uno de los principales enemigos del policía acusado de espionaje ilegal tal y como él mismo ha declarado, por lo que se apunta a un ajuste de cuentas con el militar tras estas declaraciones.
Falta de explicaciones del Estado
Por su parte, Javier Martínez, el padre del niño de 3 años que perdió la vida en el atentado de Las Ramblas, ha expresado sentir una mezcla de alegría y tristeza por las declaraciones de Villarejo. A través de su cuenta de Twitter, se ha mostrado agradecido por la supuesta conexión que ha sacado a la luz el excomisario y que avalaría la teoría conspirativa del independentismo de que el Estado tiene parte de culpabilidad en el doble atentado terrorista en Cataluña. La víctima lamenta “falta de explicaciones y transparencia” por parte del Gobierno acerca de lo sucedido en agosto de 2017.
Martínez también ha hablado en Catalunya Ràdio, donde se ha mostrado “contento de que la gente vuelva a pensar en esto” y quiera saber qué pasó, aunque recuerda que “aún tenemos que llegar muy lejos”. Tras las palabras de Villarejo, sostiene que no descartan llevar a cabo alguna acción legal, pues dice saber muchas cosas que no puede decir sin tener pruebas porque podría terminar en prisión.