La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha exigido “evitar las luchas partidistas alrededor de las polémicas que se puedan crear en torno al atentado del 17A”. Asegura que no se deben generar debates “más allá de los hechos que se puedan probar y demostrar" tras las declaraciones del excomisario de Policía José Manuel Villarejo sobre la supuesta conexión del CNI con los responsables del doble atentado terrorista de Cataluña que han sido usadas por los independentistas para cargar contra el Estado.
En declaraciones a los medios tras una rueda de prensa municipal, la primera edil ha minimizado la credibilidad de las declaraciones “de un personaje claramente oscuro”. Cabe recordar que Villarejo aseguró que al CNI se le fue de las manos su voluntad de “dar un susto” a Cataluña para demostrar que necesitaba el Estado y señaló de forma directa a su exdirector, Félix Sanz Roldán, a quien declaró su principal enemigo hace años. Todo ello, en el marco de su declaración en calidad de acusado en la Audiencia Nacional por el caso Tándem, por el que se juega una condena de 110 años de cárcel por espionaje ilegal.
El sufrimiento de las víctimas
“Me preocupa que se abra esta polémica con esta ligereza y que hayan batallas políticas en torno a unas declaraciones puntuales que ha hecho Villarejo", ha sostenido Colau. La alcaldesa de Barcelona se ha sumado a la petición de las víctimas para que el excomisario presente pruebas que certifiquen sus declaraciones y reclama priorizar su interés por encima de cualquier lucha política.
La líder de los comunes ha manifestado que está en contacto con la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT) y ha advertido de que “cada vez que se reabre la polémica, esto revictimiza a las víctimas, que lo viven con sufrimiento”.
Falta de pruebas
Asimismo, ha recordado que el Ayuntamiento fue "la primera institución que ofreció apoyo jurídico y psicológico" y que se personó en la causa judicial. Por ahora, ningún tribunal ha encontrado indicios de que el CNI dejara actuar a la cédula terrorista de Ripoll para “dar un susto” al gobierno catalán semanas antes del envite independentista, tal y como afirmó Villarejo.
Mossos d’Esquadra tampoco manifestó ningún indicio de ello en sus pesquisas --al contrario, afirmó que la colaboración de los servicios de inteligencia estatales y el cuerpo de seguridad había sido “impecable” incluso en el referéndum del 1-O-- ni en la comisión de investigación que se abrió en el Parlament. El comisario sentado ahora en el banquillo de los acusados ha insistido en declaraciones en Catalunya Ràdio que tiene todas las pruebas de su nueva acusación contra Sanz Roldán en sus archivos personales, pero que no la puede aportar porque toda la documentación le fue incautada al inicio de la marcocausa que persigue el presunto espionaje ilegal que practicó durante años.