La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de instalar un albergue para medio centenar de toxicómanos sin hogar justo en la acera de enfrente de la escuela Mas Casanovas ha suscitado la indignación y el rechazo de los padres y madres de este colegio de infantil y primaria del barrio del Baix Guinardó. Un malestar que ya dio lugar a una concentración de protesta ante el centro el pasado jueves, y que ha aumentado, si cabe, después de que responsables del Distrito y otros dirigentes municipales les comunicaran en una reunión ese mismo día que su intención es irrevocable, porque no existe otro lugar en toda la ciudad para ubicar este polémico equipamiento.

La Plataforma Reubicació Alberg Hotel Aristol, recién creada por familiares y la comisión Escola Digna de la Asociación de Madres y Padres (AFA) de este centro educativo, ha dado a conocer este martes un manifiesto en el cual instan al consistorio a rectificar su decisión y a buscar otro lugar para este centro que abergará a medio centenar de sintecho adictos al alcohol y las drogas, recordándole que a apenas 15 metros del mismo estudian cientos de niños de educación de infantil y primaria, de 3 a 12 años de edad.

Cuestionan el concurso público

La Plataforma pide además que se investiguen las condiciones en las que se ha llevado el concurso público para su adjudicación. En su escrito, sospechan que la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), "en connivencia" con el Distrito de Horta-Guinardó y el Consorcio de Educación de Barcelona, han concedido un contrato "a medida" a la Associació Benestar i Desenvolupament (ABD), que en la actualidad ya gestiona este albergue en el barrio de Les Corts, donde se ubica de forma provisional desde hace año y medio.

Así, apuntan que en una reunión celebrada el pasado jueves con responsables del Distrito y de la ASPB --a la cual acudieron representantes de la AFA-- supieron que “se informó a la empresa ganadora con un año de antelación de las condiciones concretas del contrato”. En concreto, “que debían conseguir una ubicación nueva, haciéndose público el concurso en septiembre de 2021”. Y que la única que se presentó fue la ABD, que eligió el Hotel Aristol como sede, justo delante del colegio.

Las familias de la escuela Mas Casanovas aseguran haber conocido la situación y el futuro traslado del albergue a través de vías no oficiales en la tercera semana de diciembre, cuando la fecha límite para firmar la licitación es, según ellos, el día 31 de este mismo mes. La Plataforma atribuye a las entidades implicadas en la operación haber intentado ocultar sus planes a los padres y madres hasta enero de 2022, una vez ya estuviera firmada.

Ausencia de plan de prevención ni valoración de riesgos

Según las averiguaciones de la Plataforma contraria a la instalación del centro de toxicómanos ante esta escuela del Baix Guinardó, el presupuesto de la licitación es de 2.538.265,92 euros. Y los propietarios del Hotel Aristol son dos fondos de inversión holandeses: Host Hotels & Resorts y ABP Investments, "además de una filial de una sociedad de inversión inmobiliaria perteneciente al Gobierno de Singapur, llamada Jasmine Hotels", según señala en su escrito.

Patio de la escuela Mas Casanovas de Barcelona. Justo delante, el edificio blanco del Hotel Aristol, donde se ubicará el narcoalbergue de personas sin hogar toxicómanas / CG

La Plataforma, además, se queja de que en esa reunión del 23 de diciembre en el Distrito se constató que no existe ningún estudio de viabilidad sobre la nueva localización, ni tampoco un plan de prevención ni una valoración de los riesgos que esa instalación supone para la infancia.

Colegio de alta complejidad

"Lamentablemente tampoco eran conocedores de las complejas condiciones y circunstancias específicas de nuestro centro escolar", apunta el manifiesto, recordando las particularidades de la escuela Mas Casanovas: un colegio de alta complejidad que forma parte del Proyecto Magnet “debido a sus complejas características".

"En nuestro colegio están escolarizados menores que provienen de situaciones muy difíciles, que necesitan mucha tranquilidad y apoyo, además de niños con capacidades diferentes. No podemos comprender en cuál de estas circunstancias específicas de nuestros niños y nuestro centro escolar tiene cabida un albergue para personas consumidoras de drogas enfrente", señalan. 

Vulnerabilidad de la infancia

"La infancia es el colectivo de mayor vulnerabilidad existente, por ello es amparada y protegida por convenios internacionales y legislación específica como ningún otro grupo, es sencillamente inadmisible la vulneración del interés superior del menor en este caso", añade la Plataforma en el manifiesto.

Paralelamente, los familiares de los alumnos de la escuela han puesto en marcha una recogida de firmas para reclamar al consistorio encabezado por Ada Colau que rectifique su decisión. En apenas tres días, ya llevan un millar de firmas en Change.org.

Según informó Metrópoli el pasado 30 de septiembre, este albergue para personas sintecho adictas al alcohol y las drogas ha creado problemas desde que se instaló hace año y medio, de forma provisional, en la Fundación Pere Tarrés del barrio de Les Corts, también cerca de varios colegios. En sus inmediaciones, los vecinos aseguran haber sufrido todo tipo de situaciones de inseguridad: desde consumo y tráfico de drogas en la calle, jeringuillas en el suelo y gritos hasta personas orinando, defecando u haciendo actos sexuales en la vía pública.