Giro de guion. Menos de una semana después de que la Generalitat negase nuevas restricciones anti-Covid, el Govern ha anunciado que limitará las actividades de forma inmediata, ante la cercanía de la Navidad y cuando la pandemia está fuera de control en Cataluña. Entre las medidas, la posibilidad de recuperar el toque de queda, el cierre del ocio nocturno y la reducción de aforo en restauración y cultura. Las cabalgatas no se suspenden y tampoco se cancelan las visitas a las residencias.
En una comparecencia de urgencia, la portavoz del Ejecutivo, Patrícia Plaja; el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, y la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, han enumerado las distintas limitaciones que, sin haber avisado a los sectores afectados --"el virus tampoco avisa", en palabras de Argimon--, introducirán en las próximas horas, más allá de que depende de la vacunación y de la responsabilidad de cada uno la lucha contra la pandemia.
"Peor" que el año pasado
Argimon ha alertado del crecimiento del 100% de casos de coronavirus en la última semana --aunque intuye que la variante ómicron es menos virulenta--, por lo que justifica la reducción de movilidad y de actividad con, por ejemplo, la limitación de reunión a 10 personas, el cierre del ocio nocturno y la reducción de los aforos en restauración (50%), comercio (70%), gimnasios (70%) y cultura (70%). El Ejecutivo autonómico también busca la manera de aplicar el toque de queda de una a seis de la madrugada a partir del viernes.
Si el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) lo avala, las medidas entrarán en vigor por un periodo de 15 días a partir del viernes, prorrogables en función de la evolución de la pandemia. En palabras de Plaja, la situación es "peor" que la del año pasado por estas fechas. Por su parte, Argimon ha asegurado que hay comunidades autónomas que están "peor", pero "Cataluña no es una isla".