El Govern ha destituido a Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos d'Esquadra. El Departamento de Interior ha prescindido del alto mando policial y ya ha nombrado sustituto: Josep Maria Estela, el policía era hasta ahora el jefe de la Región Policial de Tarragona.
Lo ha avanzado la cadena SER, que ha precisado que el Ejecutivo de Pere Aragonès tenía tomada la decisión desde hacía semanas. Hasta ahora, cuando ha confirmado la salida del mayor de los Mossos la consejería de Joan Ignasi Elena, de ERC, el mismo partido que el president.
Estela no será mayor
Desde el entorno del Ejecutivo de Aragonès, que oficialmente "agradece" la labor del mayor, se justifica la decisión por la voluntad de renovación del cuerpo autonómico de seguridad. El Govern alega que busca abrir una nueva etapa coral, que huya de "personalismos" de capítulos anteriores.
De hecho, intramuros en el Palau de la Generalitat de Cataluña se hace hincapié en que la figura de mayor de los Mossos existió solo entre 2004 y 2007. Quizá por ello, el nuevo comisario jefe de la fuerza pública regional no será mayor, como sí lo es Trapero.
Los retos sin Trapero
Sobre el despacho de Estela habrá varios retos. El Govern busca pilotar la transformación de los Mossos como un cuerpo más feminizado, ya que desde el Ejecutivo se señala que solo tres de las 27 comisarias del cuerpo son mujeres. Del total de agentes, apenas el 21% fueron candidatas en el Instituto de Seguridad Pública.
La policía feminizada que pretenden los altos cargos de Interior será también un cuerpo dedicado a la lucha contra la violencia machista, los delitos de odio y los delitos informáticos. Se pasa de este modo de puntillas sobre el malestar en la policía catalana y su politización, ya que la definición de un "nuevo modelo" policial fue moneda de cambio de los republicanos con la CUP para facilitar la investidura y mantener la mayoría independentista en el inicio de la legislatura. Un pacto secesionista que se ha roto con los presupuestos, que ERC ha pactado finalmente con En Comú Podem de Jéssica Albiach.
Comisión en el Parlament
Sea como fuere, la destitución del mayor de los Mossos d'Esquadra llega poco después de que se constituyera en el Parlamento catalán la Comisión de Estudio del Orden Público, un grupo de trabajo que busca dibujar una hoja de ruta para la nueva seguridad ciudadana, en general, y un marco de actuación de los Mossos, en particular.
Presidida por Dolors Sabater, diputada de la CUP y exalcaldesa de Badalona (Barcelona), el órgano parlamentario es visto con recelo por círculos de la policía catalana. Se percibe como una concesión del Govern de ERC y Junts a la CUP, que había pedido un "giro de 180 grados" a las políticas del cuerpo de seguridad para apoyar el Gobierno regional de Pere Aragonès.
Papel el 17A y el 'procés'
Habrá que ver si el grupo de debate parlamentario alimenta la politización de los Mossos d'Esquadra, una policía situada en el centro de la diana con regularidad. Por lo pronto, la salida de Trapero es un paso en el sentido contrario. El mayor se destacó, precisamente, por coquetear con el independentismo catalán, asistiendo a la paella veraniega de la tertuliana Pilar Rahola en Cadaqués (Girona), primero, y convirtiéndose en símbolo del nacionalismo catalán, después, por el papel de los Mossos en los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Después, el policía volvió al foco público por el controvertido papel de los agentes durante el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017. Aquella actuación valió la imputación de Trapero por sedición y desobediencia, aunque, finalmente, el mando policial fue absuelto en la Audiencia Nacional.