La pretendida unidad en favor de la inmersión y en contra del castellano ha quedado rota en la manifestación que hoy se ha celebrado en Barcelona, debido a la pugna entre independentistas, y detractores de la secesión y del modelo de escuela monolingüe.
La protesta ha sido convocada por Som Escola con vocación de transversalidad, es decir, de movimiento social sin connotaciones políticas. Sin embargo, la presencia del presidente, Pere Aragonès, así como de varios consejeros de su gobierno, así como de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y dirigentes de ERC, Junts per Catalunya, CUP y En Comú Podem han acentuado el carácter partidista del acto critico con las familias que reclaman una hora más de castellano, en aplicación de las sentencias judiciales que obligan a impartir un 25% de horario lectivo en ese idioma.
Banderas estelades y gritos en favor de la independencia han estado presentes en la manifestación, donde tambiénn se han vivido momentos de tensión cuando se han escuchado gritos de botiflers, dirigidos a ERC por sus acuerdos con el Gobierno, y reproches contra esa politización. En el acto se han podido ver una pancarta con el lema "Ni independencia, ni inmersión, ni dignidad. Muera el mal gobierno".