Cataluña registra el doble de contagios por COVID-19 que hace 15 días, con un aumento de la presión hospitalaria y un riesgo de rebrote que alcanza los 130 puntos. A las puertas de una sexta ola, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona, el Govern podría reunir al Procicat en las próximas horas para acordar la implantación de nuevas restricciones para la contención del virus.
Una de las medidas que baraja el Goven es la obligatoriedad del certificado Covid para acceder a locales de restauración y a eventos en los que haya una gran afluencia de gente.
Se espera un empeoramiento
Josep Maria Argimon, conseller de Salut, asegura que se priorizará esta medida a otras más restrictivas para hacer frente a los contagios. El conseller afirma que el Comité Científico Assesor estudiará la medida y posteriormente se debatirá en la comisión delegada.
Argimon prevé que los contagios en Cataluña sigan al alza durante las próximas dos o tres semanas y asegura que será necesario estudiar el impacto de los mismos en el sistema sanitario. Aunque la situación en la comunidad autónoma, por el momento, no es crítica, el conseller contempla un empeoramiento a corto plazo. “Si Europa está mal, nosotros acabaremos teniendo dificultades”, confirma.
70% de los ingresados, sin vacunar
Según los datos de incidencia del Departament de Salut publicados el lunes, actualmente en Cataluña hay 376 personas hospitalizadas, de las cuales 90 están ingresadas en la UCI. Entre estas últimas, 54 han tenido que ser intubadas mientras que 6 han necesitado de respiración extracorpórea.
El 70% de las personas que permanecen ingresadas en los hospitales catalanes a causa del coronavirus no están vacunadas. Los médicos advierten de un aumento de la presión hospitalaria y recuerdan que la situación podría empeorar si coincide con el virus de la gripe. Jaume Padrós, Presidente de Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, incide en la necesidad de reforzar el escudo protector de la sociedad y solicita con carácter urgente la tercera dosis de la vacuna para profesionales y trabajadores sanitarios, que lucharán en primera línea contra la sexta ola.