Tras diez años convulsos, marcados por el desafío independentista y la polarización política, Cataluña afronta una nueva etapa de atonía, esto es, de menos músculo parlamentario. La normalidad manda ahora en las sesiones de la Cámara catalana, donde sin dejar atrás del todo el debate identitario, la gestión adquiere protagonismo. Un procés en vía muerta, los pactos entre ERC y PSOE, y la pandemia son, según los politólogos consultados por Crónica Global, las claves de ese nuevo ciclo.

Para José Pedro Marfil, politólogo y periodista, director del Departamento de Periodismo en la Universidad Camilo José Cela, "hay una bajada del tono en Cataluña en los debates parlamentario, lo cual está motivado por diversos factores, en primer lugar porque el presidente de la Generalitat forma parte de un partido que está teniendo un papel importante en Madrid a nivel de política nacional. No conviene tensar la cuerda, porque estás tensando una relación que beneficia a ambas partes, al PSOE le conviene la relación con ERC para poder aprobar sus presupuestos y a Esquerra le viene bien negociar con el Gobierno para lograr determinados objetivos, bien sean de gestión o bien sean sobre el procés".

Desengaño

En este sentido, sostiene Marfil que "salvo el golpe de efecto que hubo con la detención de Puigdemont, todas las encuestas y sondeos nos dicen que el procés está en vía muerta. Es más, que muchas personas que lo apoyaba está harta o se ha dado cuenta de que ya no va a ningún lado. La sensación de desengaño es bastante alta”, afirma el miembro de la junta directiva de ACOP, 

En los procesos de manipulación, explica, “hay un elemento que es la escabilidad del conflicto. Ahora mismo, ni a ERC ni a Junts les conviene tener una tensión narrativa alta porque ya es mantenerla en el tiempo durante mucho tiempo. Recuerda que íbamos de momento histórico en momento histórico. La gente necesita un momento de descanso por su hay una nueva subida, poder creérsela, poder sumarse al carro".

Sin elecciones

Entra en juego, a su juicio, el tema de la pandemia, que ha obligado a centrar mucho el tiro en elementos de gestión, no en elementos ideológicos. Por supuesto a esto se le añade que no hay elecciones a la vista, las negociaciones territoriales son las que son y que, no olvidemos, que aunque gobiernen ERC y JxCat, el partido más votado fue el PSC, con lo que hace un brebaje interesante para que baje la tensión narrativa, de los argumentos, de los titulares y que haya un poco de gestión.

La especialista y asesora en comunicación y liderazgo Verónica Fumanal asegura que "estamos viviendo en un momento de impasse en la política catalana. El procés no acaba de morir, hay algunos personajes que aún tienen algo que decir, mientras se abre paso una nueva época. Se está reconfigurando el mapa de ejes electorales. Antes era el nacionalismo/independentismo era el que lo asumía absolutamente, ahora está dando paso a otras opciones. Los que quieren pasar páginas, al eje izquierda-derecha".

Por tanto "ahora está todo el mundo reconfigurándose. Estamos en un momento de transición, y esos momentos siempre son raros y complicados. Efectivamente, en esos replanteamientos, los partidos no quieren perder sus bases electorales que han conseguido gracias a ese clima de polarización, pero sin dejar de intentar abrazar lo que, estoy convencida, será una nueva época".

La legislatura menos tensionada

Para Alex Fernández y Fran Bragado, especialistas en comunicación política y fundadores de Campaña Permanente, “la política en Cataluña se encuentra en un proceso de transición, caminando hacía un debate, que será de gran altura, sobre su encaje en el Estado español. Este proceso lo que provoca de momento es la legislatura menos tensionada de las últimas décadas, ya que los jugadores son los mismos pero las posiciones se han volcado”. El adelanto de ERC a Junts per Catalunya, y el cambio en la presidencia de la Generalitat, provoca que “los republicanos se planteen un estilo más peneuvista, ser colaborativos a cambio de beneficios para su tierra y diferenciarse del socio-rival. Por otro lado, el PSOE continúa liderando el gobierno nacional, con la debilidad de que Rufian y los suyos son claves y la fortaleza de que el PSC vuelve a ser competitivo”.

Y “una vez encaminados los puentes que se empiezan a construir alrededor del tema identitario, el mejor escenario para PSOE, Unidas Podemos y Esquerra es realizar políticas progresistas y sacar pecho de ellas ante su electorado, al que la espiral de tensión se le dilataba demasiado en el tiempo. Porque no debemos olvidar que el origen de este cambio proviene de una retroalimentación, en la cuál los ciudadanos no soportan que se alargue en el tiempo la política de confrontación y tampoco los políticos son capaces de estirar el chicle para que el tema identitario sea el predominante”.

Pandemia

Fernández y Bragado también aluden al enorme impacto social de la pandemia, lo que unido a una recuperación económica todavía en sus primeros pasos, provoca que “la gente valore más los temas cotidianos, aunque sin renunciar a sus ambiciones políticas. Con ello debemos entender que el procés no ha escrito su último episodio, pero que pasa a estar en una fase de mesas y despachos más que en la calle, aunque esta volverá para mostrar músculo”.

En este sentido, aseguran que los políticos “aunque a veces no lo parezca, respiran el sentir de la calle, ya que los asesores buscamos contar con datos fidedignos que acerquen los movimientos estratégicos y las decisiones más importantes al sentir general de la población que se gobierna. Los ciudadanos tienden a sentir la cercanía al tratar temas que les influyen directamente, esa es la política que nos encontraremos en esta etapa”.