El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha desautorizado hoy al vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, con una supuesta propuesta alternativa para ampliar el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha subrayado que "no hay ninguna novedad, no hay ninguna nueva propuesta acordada" sobre el paquete de obras pese a que el número dos del Govern, Puigneró, aseguró ayer que barajaba un nuevo plan maestro para el crecimiento de la ciudad aérea. Lo ha dicho Aragonès en un acto sobre parálisis cerebral y discapacitados. Durante el evento solidario, el dirigente ha recordado que "cualquier propuesta de mejora que pueda haber, tiene que tener en cuenta cuestiones de movilidad y de transporte, pero, evidentemente, también cuestiones de carácter ambiental y económicas".
Propuesta tardía
La respuesta de Pere Aragonès ha llegado horas después de que el equipo de Jordi Puigneró comunicara que "está trabajando en diversos escenarios" para ampliar el aeropuerto de Barcelona, pese a que ya ha pasado el plazo para que el Consejo de Ministros apruebe el plan de inversiones de Aena, gestor de la instalación.
Según la Vicepresidencia de Políticas Digitales y Territorio, la solución para conjugar crecimiento del equipamiento estratégico y entorno natural sería ampliar la tercera pista tanto al este como al oeste. Ello permitiría reducir la afectación sobre la laguna protegida de La Ricarda, avanzó La Vanguardia. De hecho, el Departamento de Puigneró avanzó que presentaría la alternativa en los "próximos días".
El Gobierno lo paró por las dudas en Palau
El supuesto plan del equipo de Puigneró para ampliar El Prat, negado hoy por el presidente autonómico, llegó fuera de plazo. No en vano, Aena elevó su Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) al Consejo de Ministros a finales de septiembre. El documento incluye inversiones en el aeropuerto de Barcelona, pero no su ampliación para dar cabida a más aviones para vuelos intercontinentales.
De hecho, fue el Gobierno quien detuvo la propuesta de ampliación de El Prat porque detectó confusión en las filas del Govern autonómico. Los dos socios de gobierno, ERC y Junts, mantenían diferencias sobre el crecimiento de la segunda mayor instalación aérea de España. Las reticencias se centraban en el impacto ecológico de la obra.