El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha seguido la línea oportunista de su número dos, el secretario general de su departamento y expresidente de FGC, Ricard Font, para exigir el traspaso completo de Rodalies. Esta demanda vuelve en la tercera jornada de huelga de los maquinistas de Renfe, convocada por el sindicato Semaf. El político de JxCat ha asegurado que la anhelada independencia haría que “Rodalies funcionara mucho mejor”.
“El Estado español no cuida los servicios públicos en Cataluña”, ha aseverado Puigneró en una entrevista en Catalunya Ràdio. El posconvergente ha remarcado que solicitan “explicaciones a Renfe” ante unos servicios mínimos que no se están cumpliendo. De hecho, este lunes tan solo se presta el 61% del servicio de Rodalies en Cataluña, frente al 85% de circulación de trenes decretado por el Ministerio de Transportes.
Traspaso de Rodalies
Puigneró ha hecho la ansiada transferencia de Rodalies “el caballo de batalla” de su departamento durante esta legislatura y ha instado a huir de un “traspaso fake”, como el que se hizo en 2009-10. La Generalitat pasó en ese momento a gestionar los horarios de paso de los convoyes, pero ahora ha pedido “vías, estaciones, financiación y trenes”.
El líder de JxCat en el Govern ha cargado contra Renfe por “no haber hecho ni un kilómetro nuevo de vías en Cataluña”, a pesar de ser esto competencia de la empresa pública Adif. “Si comparamos con FGC…”, ha sido la frase más repetida durante el discurso de Puigneró en la radio pública catalana, lo que deja entrever un principio de expulsión del operador ferroviario español del panorama de Rodalies de Cataluña, que representa el 30% de las cercanías de España.
Independencia
En todo este panorama de la huelga de maquinistas de Renfe, en los que se están “incumpliendo” los servicios mínimos, según la operadora, Puigneró ha vuelto a apostar por “la independencia” como salvación para Rodalies. En la tónica secesionista ha asegurado que “Cataluña tendría un sistema digno de cercanías y un aeropuerto intercontinental desde hace años” si la comunidad fuera “un Estado propio”.
Un clima de reclamaciones ante una mala gestión del Gobierno, pero que devuelve el trasfondo político a todas las demandas en infraestructuras de Cataluña. El vicepresident ha utilizado este contrapunto en la huelga de maquinistas, además, para cargar contra la “justicia española” en el caso de Puigdemont, que declarará esta mañana en Cerdeña.