La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / EUROPA PRESS

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / EUROPA PRESS

Política

El catalanismo liberal prepara el asalto a Barcelona para combatir a la izquierda

Los distintos partidos como Lliures, o la Lliga perfilan estrategias conjuntas a la espera del PDECat y la capacidad de movilización de la sociedad civil

4 octubre, 2021 00:00

En términos económicos se ofrece siempre una premisa: la oferta crea la demanda. Y el catalanismo liberal pretende ser fiel a ese principio. Distintas fuerzas políticas --como Lliures, la Lliga, el PNC y Convergents --perfilan una estrategia unitaria que permita lanzar una fuerza política que pueda recoger el voto de catalanistas liberales o de electores de centro que tengan entre sus principales objetivos el de lograr que Ada Colau deje de ser alcaldesa de Barcelona para que se pueda proyectar un modelo económico y social más atractivo y se aleje la sombra de la decadencia de la ciudad. Las elecciones municipales, por tanto, serían el primer escalafón para, en función de los resultados, buscar un nuevo objetivo en las autonómicas.

Todos los que forman parte de las conversaciones entre los distintos grupos y partidos son viejos conocidos. Proceden de la exConvergència, aunque también se han incorporado jóvenes profesionales. Pero todo discurre en distintos campos en paralelo. Lliures, que impulsó Antoni Fernández Teixidó, la Lliga Democràtica, que dirige Astrid Barrio y el PNC de Marta Pascal ultiman un congreso de fusión para diciembre. Ese es el primer paso que les debería llevar a un acuerdo con la pieza que puede ser determinante: el PDECat que lidera la exconsejera Àngels Chacón.

Un PDECat reducido, pero fundamental

La propia Chacón se ha mostrado dispuesta a explorar todas las posibilidades para lograr una candidatura amplia. Fiel a los principios de la exConvergència, centrada en el campo socio-económico, Chacón entiende que la política catalana se ha escorado a la izquierda y que es necesario ofrecer una palanca para aquellos electores de centro-derecha que tienen distintas sensibilidades: catalanistas conservadores, liberales o de centro directamente, con cierta tibieza respecto a la causa nacional. Pero la exconsejera tendrá un problema en los próximos meses, como apuntan fuentes de JxCat. Muchos alcaldes, aquellos más consolidados, querrán cobijarse en las elecciones municipales bajo el manto del partido de Carles Puigdemont. Los alcaldes de Lloret o de Martorell, por ejemplo, han comenzado a reflexionar sobre ello.

Imagen de archivo de los dirigentes de Lliures, Lliga Democràtica y Convergents, que sellaron un primer acuerdo del catalanismo liberal / EFE

Imagen de archivo de los dirigentes de Lliures, Lliga Democràtica y Convergents, que sellaron un primer acuerdo del catalanismo liberal / EFE

Sin embargo, ¿qué pasara con concejales y alcaldes de otras localidades menores? El PDECat mantiene una estructura sólida en las diferentes comarcas catalanas y estará interesado en lograr buenos resultados allí donde pueda obtener diputados provinciales. Eso supone cargos y puestos en los consejos comarcales y en las propias diputaciones provinciales. Todo ello puede derivar a que esa parte del PDECat o de un PDECat reducido --si se marchan muchos alcaldes a JxCat-- se acerque al resto de formaciones catalanistas.

Un proyecto alternativo para Barcelona

Mientras esa operación se ha ido cociendo, existe otra iniciativa por parte de la sociedad civil que busca un buen candidato para las elecciones al Ayuntamiento de Barcelona. Parte del think tank Barcelona Futur, apoyado por Foment del Treball. Al margen de cómo se concrete esa oferta, la pretensión de los partidos catalanistas que se agruparán en diciembre es que una buena representación de ese mundo social y económico apoye la iniciativa de la nueva formación política, no tanto para comprometerse en ella como para señalar que “es necesaria esa oferta política para cubrir el centro-liberal catalán”, que está a favor de medidas como la ampliación del aeropuerto de El Prat o un notable descenso de la presión fiscal en Cataluña.

Fuentes conocedoras de esas conversaciones consideran que ese apoyo sería esencial. Después, ya se buscaría el candidato o candidata que pudiera estar al frente de esa oferta programática. El objetivo número uno, se señala, “es hacer ver y convencerse de que se puede derrotar electoralmente a los Comuns de Ada Colau y poner en pie una alternativa de ciudad que pueda revertir el daño que se ha hecho a Barcelona”.

Acuerdos posteriores

Son distintas patas que pueden coincidir o que, por diversas circunstancias, dejen otra vez ese espacio sin una oferta en las elecciones. Todo depende, en gran medida, de la decisión del PDECat. El partido que en los dos próximos meses debe tomar una decisión. Ligado al partido de Chacón está Convergents, de Germà Gordó, que busca también una fusión de formaciones políticas y de sensibilidades.

Los acuerdos posteriores ya se verán, pero ese grupo de partidos catalanistas favorecerá una opción que sea "alternativa de verdad a lo que se ha hecho hasta ahora". El mejor posicionado para ese cambio es el PSC, con Jaume Collboni al frente a no ser que se pueda producir un cambio de candidato en el último momento. "Lo que toca ahora es organizar un movimiento político, una oferta clara", sentencian las fuentes consultadas.