Pere Aragonès ha advertido a Pedro Sánchez de que la detención de Carles Puigdemont afecta a la confianza necesaria para impulsar la mesa de diálogo y ha anunciado que se desplazará a Cerdeña para seguir la evolución de la situación del fugado.
El presidente catalán ha comparecido ante los medios de comunicación de forma solemne, rodeado de todos los consejeros del Govern, incluidos los de Junts per Catalunya, que habían mantenido previamente una reunión convocada por el vicepresidente Jordi Puigneró, quien había asegurado que el arresto de Puigdemont, que tuvo lugar ayer en L'Alguer, demuestra que la mesa de diálogo entre Generalitat y Gobierno es una vía inútil. Pero la imagen dada por los dos socios ha sido de absoluta unidad en este asunto.
"'Libertad presidente Puigdemont' es el clamor de una mayoría de la sociedad catalana, es el clamor del Govern y también el mío. Exigimos su libertad inmediata. La represión no se para", ha dicho Aragonès, quien ha exigido las retirada de las órdenes de detención de "Puigdemont y de las personas represaliadas". A su juicio, "el Estado español ha engañado a la Justicia europea".
Credibilidad
"La credibilidad del sistema judicial español ya estaba tocado, pero ahora demuestra que el sistema busca venganza. Basta de represión. No descansaremos hasta que vuelvan los exiliados. Solo se parara la represión con amnistía, autodeterminación e independencia", ha añadido el republicano
Aragonès ha admitido que la detención del fugado "no ayuda a la resolución del conflicto, no genera confianza entre las partes. La primera parte era acabar la represión", ha recordado.
Precisamente hoy, Pedro Sánchez ha afirmado que Puigdemont debe “someterse ante la justicia española” por los delitos que cometió durante su etapa como presidente de la Generalitat. Pero ha reivindicado "más que nunca" el diálogo. Los equipos del presidente de la Generalitat y del presidente del Gobierno han mantenido contactos en las últimas horas, según ha dicho Aragonès,