Crisis en el Govern a las puertas de la mesa de diálogo. La pretensión de Junts per Catalunya (JxCat) de que dos indultados –Jordi Sànchez y Jordi Turull— acudan al encuentro con Pedro Sánchez que se celebrará mañana ha obligado al president, Pere Aragonès, a suspender la reunión del Consell Executiu. El nuevo cisma, que se suma a las críticas constantes del partido de Carles Puigdemont a la estrategia de diálogo de Aragonès, tiene lugar después de que el presidente español confirmara su presencia en el encuentro.
Los neoconvergentes habían instado a Aragonès a no participar en la cumbre si Sánchez no acudía al encuentro. Junto a los indultados, JxCat propone al vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, y a la portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, como parte de la delegación catalana. Sin embargo, la asistencia del socialista, un balón de oxígeno para ERC, parece haber descolocado a JxCat, que lleva meses desautorizando la vía elegida para resolver el conflicto, dado que el Ejecutivo español rechaza el referéndum de autodeterminación y la amnistía que reclaman los independentistas.
Otra propuesta
El republicano rechaza esos nombres al considerar que se trata de un encuentro entre gobiernos y ha suspendido la reunión que se celebra esta mañana en el Palau de la Generalitat, a la espera de que los neconvergentes presenten otra propuesta.
Más divididos que nunca, y con un amago de plante de los neoconvergentes. Así afrontan los socios del Govern la mesa de diálogo para encontrar soluciones al conflicto secesionista. El acuerdo de investidura entre JxCat y ERC contempla que “la delegación catalana en el proceso de negociación será elegida por consenso y nombrada por el Govern, con la voluntad que represente la pluralidad del proyecto independentista y tiene la voluntad de representar y defender los grandes consensos a favor de la autodeterminación y la amnistía de la mayoría del 80% de la ciudadanía”. Aragonès comparecerá de urgencia a las 13.30.