El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha vuelto a sacar pecho del “trabajo hecho” para el inicio del nuevo curso el 13 de septiembre. La vuelta al cole ha llegado tarde y, a cinco días de empezar las clases, el Govern ha movilizado de urgencia 4.429 plazas de nueva creación para la Formación Profesional (FP). Materializa de esta forma, en tiempo de descuento, la promesa lanzada a los agentes sociales a mediados de verano ante la alerta de que la demanda había sobrepasado de lejos la oferta.
Durante el proceso de preinscripción, los grados medios de FP contaban con una oferta de 38.000 plazas frente a las 52.000 solicitudes que se han solicitado. Para ello, aunque no en su entera totalidad, Educación movilizó las de nueva creación. “Ningún alumno se quedará sin plaza en los ciclos formativos de grado medio”, ha manifestado Cambray.
Con todo, es complicado que se pueda materializar. Aún hay carencia en el lado de la oferta y la Generalitat ha dejado en el aire confirmar si se facilitará que los centros concertados abran más plazas de grado como han pedido. De hecho, Pimec ha recordado que están en disposición de acoger a 1.900 estudiantes de FP.
Promesas del departamento
Sin concretar más, Gonzàlez-Cambray se ha abonado a la propaganda sobre el incremento de alumnos que quieren formarse en un grado de formación profesional y eluden de este modo el bachillerato y la universidad. El incremento de alumnos ha sido del 23% este 2021, frente al 2% de más preinscripciones habituales de años anteriores. Es la opción que más empleabilidad genera y los jóvenes así lo han percibido. Se ha conseguido superar la mala imagen que tenía esta vía, que en algunos momentos se consideró como la opción para los que menos les gustaba estudiar, y el reconocimiento es cada vez mayor.
Los problemas vienen por la adaptación del sistema educativo. No se ha llegado a tiempo y el retraso en la apertura de las 4.429 matrículas de este miércoles supone el enésimo ejemplo de las carencias de la Administración Pública. Esta realidad no ha evitado que el consejero de Educación manifestara que se está en la "legislatura de la Formación Profesional”. Incluso ha prometido que la Generalitat equilibrará la oferta para el próximo periodo 2022-2023 para evitar que se reputa el caos actual.
Cambray ha anunciado, además, que un total de 6.539 plazas se abren este miércoles. Este proceso de preinscripción extraordinario priorizará a aquellos alumnos que quedaron fuera del registro previo a la matrícula. Es decir, cuya preinscripción se quedó sin plaza asignada. O, lo que es lo mismo, si no se inició la solicitud en primavera se tienen pocas posibilidades de entrar ahora en un grado.
Falta de docentes
Por otro lado, el inicio del curso 2021-2022 está marcado por la demanda de unos 8.000 docentes en los centros de titularidad pública y concertada por parte de los enseñantes. Este déficit impide rebajar ratios o potenciar la atención personalizada para estudiantes con dificultades, tal y como han explicado los sindicatos del sector a Crónica Global. El Departamento de Educación no ha respondido ni tiene intención de hacerlo a la petición.
A cinco días del inicio de las clases, sus responsables explican que han recuperado a los profesionales contratados el año pasado por el Covid-19 para este curso, un total de 8.258 trabajadores. Cambray ha puntualizado que se han contratado 1.200 nuevos docentes y que su intención es reforzar las plantillas a lo largo de los próximos años. De nuevo, evita concretar con qué recursos económicos se cuentan. El departamento pueda pagar el incremento de salarios actual con fondos europeos para la recuperación de la pandemia, pero ha rechazado renovar los Presupuestos del año próximo y ha recurrido a otra prórroga de las cuentas de 2020, aprobadas antes de la crisis epidemiológica. Otra de las demandas de los enseñantes es la de renovarción de las partidas que les permita materializar unas promesas laborales que se repiten ejercicio tras ejercicio.
Educación emocional
Otra de las consecuencias de la pandemia del Covid-19 es el impacto en la salud mental. La Generalitat la reivindica en su propaganda del inicio del curso escolar. Cambray ha hablado de un cambio en el modelo educativo que incoporará un plan en la enseñanza basada en los sentimientos para que los alumnos puedan adquirir competencias emocionales y saber afrontar situaciones en su vida diaria. De nuevo, sin que defina si vertirá más recursos para la formación específica de los profesores en activo.
La consejería ha anunciado la contratación de 101 nuevos psicólogos y pedagogos para el nuevo curso escolar, una cifra que los centros tildan de insuficiente por las carencias históricas que se arrastran en contar con estos perfiles en las escuelas e institutos catalanes. Además de sus tareas habituales, deberán asumir el cuidado de la salud mental de los jóvenes en las aulas.