Óscar Benítez será concejal del Ayuntamiento de Barcelona a partir de octubre, cuando se oficialice en un plenario la marcha de Manuel Valls, que ha decidido cerrar ya su etapa política en la capital catalana. Benítez, integrado en las listas de Barcelona pel Canvi, la formación de Valls, provenía de Lliures, el partido que impulsó Antoni Fernández Teixidó, tras un acuerdo político con Ciudadanos, que acabó de forma abrupta. Con 64 años, Benítez asegura que la política le llega tarde, pero que trabajará por un centro-derecha que sepa “llegar a acuerdos”, que es lo que ha intentado Valls. “Barcelona echará en falta todo lo que representa Manuel Valls, aunque no se le haya entendido”, asegura a Crónica Global.
El que será nuevo concejal es consejero de distrito de Sant Martí y trabaja en TMB. Ha asesorado en cuestiones de seguridad, y considera que puede aportar su experiencia en la comisión de seguridad del consistorio. Valls lo incorporó como número cinco en la lista a la alcaldía, tras un complicado acuerdo con Ciudadanos y Lliures. Era el director de seguridad de Transports Metropolitans de Barcelona, (TMB), responsable del transporte de autobuses. Se fichó como “el Albert Batlle” de Valls, al compararlo con el exdirector de los Mossos d’Esquadra, que se había incorporado en las listas del socialista Jaume Collboni, y que ejerce ahora de teniente de alcalde de seguridad.
Espacio político propio
“Barcelona necesita un cambio, de mentalidad y de políticas que haga recuperar el orgullo por una ciudad que vive momentos de resignación”, señala Benítez, que no esconde la dificultad de su propia formación. Formará tándem con Eva Parera como concejal en el Ayuntamiento, aunque Parera es también diputada en el Parlament en las listas del PP. Ese espacio político está llamado a reorientarse por completo cuando finalice el actual mandato municipal en mayo de 2023.
Por ello, el nuevo concejal insiste en que se deben encontrar fórmulas de colaboración entre los distintos partidos de centro-derecha y catalanistas. Benítez, que mantiene un “enorme respeto” por los dirigentes de Lliures, ya no está vinculado al partido, pero defiende algún tipo de asociación que pueda poner en pie en un “proyecto que supere las divisiones ideológicas” y sea capaz de pactar a izquierda y derecha “en beneficio de los ciudadanos de Barcelona”.
Es lo que ha pretendido Manuel Valls, a su juicio. “Por varias cuestiones, las que cada uno pueda considerar como más importantes, el hecho es que Manuel Valls no ha sido entendido, pero lo que representa es más válido que nunca, por el bien de la ciudad, que ha perdido brillo e impulso económico”, sostiene el nuevo concejal de Barcelona pel Canvi.