Liberar los espacios mediáticos y educativos del tapón nacionalista. Esta es la petición que cuatro entidades sociales constitucionalistas que, según advierten, el procés ha tenido efectos irreversibles en la convivencia, mientras el Estado ha mirado para otro lado.
Representantes de la sociedad catalana constitucionalista han participado hoy en la mesa redonda, Unidad Nacional y Estado Autonómico frente al nacionalismo, moderada por el presidente del PPC, Alejandro Fernández. El acto ha estado presentado por el líder de los populares, Pablo Casado, quien ha hecho una intervención muy crítica con el diálogo de Pedro Sánchez con los independentistas.
Abandonados
Han intervenido Joaquín Güell (Fundación Joan Boscà); Fernando Sánchez Costa (Sociedad Civil Catalana); Julia Calvet (asociación S’ha Acabat) y Ana Losada (Asamblea por una Escuela Bilingüe). Todos ellos han denunciado el abandono que sienten los catalanes no nacionalistas durante 40 años por parte del Gobierno español.
El acto, que forma parte del ciclo de conferencias itinerantes previas a la Convención Nacional del PP, se ha celebrado en el recinto modernista del Hospital de Sant Pau de Barcelona.
Sánchez Acosta ha lamentado que “haya lugares en Cataluña donde se vive como si no se formara parte de España. El problema no es tanto el procés, sino es el nacionalismo hegemónico durante 40 años. Junqueras lo tiene muy claro y Aragonès lo decía estos días: quieren una hegemonía para dar de nuevo la batalla”.
"Patriotismo de sofá"
El presidente de SCC ha exclamado: “¡Ya está bien del patriotismo de sofá! La ciudadanía debe reaccionar, tenemos que ir a ganar los medios, la universidad, las redes y en eso está nuestra entidad. Hay que liberar los espacios catalanes del tapón nacionalista”.
Según Sánchez Acosta, “para recuperar la mejor Cataluña es fundamental que se cumpla la ley. En Cataluña las cosas empezaron a cambiar cuando se aprobó el artículo 155 de la Constitución. Sugiero que se cambie el esquema que tiene Madrid con Cataluña, que siempre ha aplicado mucha dureza en las palabras y mucha complacencia en las obras”. A su juicio, “hay un problema grave, un 50% de catalanes dice que España nos roba, y el otro 50% cree que el Estado no nos ve”.
"Nada es gratis"
Según Joaquín Güell, presidente de la Fundación Joan Boscà –que financia entidades como SCC que defienden esos valores constitucionalistas—, durante la democracia “ha habido tres grandes intentos de subvertir el orden constitucional que han fracasado: el golpe de 1981, los atentados de ETA y el procés. Soy optimista, pero nada es gratis, las instituciones han sufrido desgaste y desprestigio”.
Sin embargo, ha advertido de que, tras el fracaso del procés, “la frustración puede ir a más, porque se mantienen las estructuras de medios de comunicación y educación. La fractura social es enorme, diría mayor que la del País Vasco. En medios soy optimista, porque no se tiene el monopolio, pero en la educación sí lo hay. No veo cambio posible. Algunos efectos del procés son irreversibles”.
"Un proyecto de España"
Ana Losada ha asegurado que “en Cataluña tenemos un problema de convivencia que los catalanes debemos solucionar, pero es importante vender un proyecto de España en el que participen todos los españoles. Yo defiendo lo mismo aquí que en Extremadura, defiendo la diversidad lingüística y la Constitución”.
La pandemia, ha añadido, “nos ha dado la oportunidad de ver cómo de débiles eran nuestras autonomías. Desde AEB hicimos un estudio sobre las 17 formas de aplicar recursos en la educación. Fue desolador. Había desigualdad en ese momento de gravedad”.
A su juicio, “se pierden derechos viniendo a vivir a Cataluña, empezando por el castellano, que no se imparte en los colegios. No debería ser complicado en una democracia que se cumpla la ley y se supervise lo que pasa en esta comunidad, pero somos las entidades sociales las que lo hacemos. Quiero un Estado que esté presente en Cataluña. La historia común se tiene que estudiar, si no, es imposible que nuestros hijos estén orgullosos del país que tenemos”.
Reconocimiento
Respecto a quienes defienden la inmersión, Losada ha afirmado que “son ellos los monolingües, no nosotros, pero necesitan un enemigo exterior. Necesitamos ayuda para hacer llegar nuestro mensaje, como en Cataluña tienen reconocimiento ANC y Òmnium”
Julia Calvet, portavoz de la asociación estudiantil S’ha acabat, ha explicado que “los jóvenes constitucionalistas valoramos los acuerdos del 78, pero nos sentimos abandonados. La libertad de las autonomías son aprovechados por algunos para fomentar el nacionalismo. El independentismo va a la baja, pero mantiene su poder en ámbitos administrativos, mediáticos y económicos”.
En este sentido, Calvet cree que “tiene que haber un cambio radical en el Gobierno español, no queremos entrar en el juego de la Mesa de Diálogo. Esperamos que cuando haya este gran cambio, no se cometa el mismo error. La solución es controlar a dónde va el dinero de los catalanes, pero también la educación. Es una fábrica de crear separatistas, fomentan el odio a España”.
La situación de los jóvenes
Ha defendido la lucha que hace “día sí y día también” su entidad pues “sería fácil no exponernos, porque no seríamos señalados. Pero decimos basta porque así construimos un futuro mejor”.
Ha lamentado que “en esta Barcelona tan pobre y decadente, que yo ni reconozco, hay inseguridad y trabajar no es sinónimo de un futuro estable. No podemos normalizar que los jóvenes seamos la primera generación que vivamos peor que nuestros padres. No puede ser que destinen dinero a la mansión de Puigdemont o a crear satélites efectistas, en lugar de ayudar a los jóvenes”.