El vicepresidente de la Generalitat y consejero de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, ve “cercano” el acuerdo con Aena para la ampliación del aeropuerto de El Prat. En sus palabras, es “un proyecto necesario” y su equipo trabaja con una “actitud positiva y constructiva” en las diversas reuniones para tratar el asunto.
Con el 30 de septiembre como fecha límite –ese día el Consejo de Ministros debe aprobar el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) para el próximo lustro—, todas las partes han mantenido diferentes reuniones en julio y seguirán trabajando, con el fin de encontrar el encaje a un proyecto que el mundo económico ve capital, pero que genera discrepancias en el Ayuntamiento de Barcelona, en otros municipios afectados y dentro de la misma Generalitat por su impacto medioambiental.
La Ricarda
Aena plantea una inversión de 1.700 millones con la que construir una terminal satélite y alargar en 500 metros la tercera pista de la infraestructura, que de esta forma invadiría La Ricarda, un estanque situado en el delta del Llobregat, espacio protegido por la red europea Natura 2000. Por ello, en una entrevista con Efe, Puigneró ha dicho que tratan de “cuadrar esta solución”: “No nos podemos permitir no tener un aeropuerto intercontinental, la economía ahora no se lo puede permitir”. “Nosotros queremos la inversión. Decimos que de entrada sí, pero hagámoslo compatible con los condicionantes europeos y trabajemos en esta línea”, ha manifestado.
El pasado febrero la Comisión Europea urgió a España, mediante una carta de emplazamiento, a tomar medidas urgentes para proteger el delta del Llobregat. El Govern plantea incrementar en 1.091 hectáreas la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), mientras que la ampliación que propone Aena conllevaría que perdiera 45 hectáreas (que se compensarían con la protección de 280 nuevas hectáreas).
Mesa de diálogo
Por último, no podía desaprovechar la ocasión para aportar tintes nacionalistas a sus respuestas, ya que, según él, esta inversión se “debería haber llevado a cabo seguramente hace ya unos años”. En paralelo, reclama nuevamente que la gestión del aeropuerto sea “compartida” porque el actual modelo, en el que el Estado controla el 51% de Aena, “no es competitivo” y no permite a esta infraestructura “competir en igualdad de condiciones”.
Al margen de ello, también se ha referido a la “mesa de diálogo”, de la que ha dicho que “no durará dos años”. Tampoco ha descartado retomar la vía unilateral si el Estado previamente también actúa “unilateralmente” con Cataluña.