La Generalitat de Cataluña opta por aplicar medidas "quirúrgicas" para intentar frenar la mayor "explosión" de contagios de coronavirus de toda España, sin llegar a reclamar el toque de queda que ya se ha solicitado en otra comunidad con una incidencia menor como es la valenciana. El Govern catalán pedirá por ahora nuevas limitaciones puntuales a la movilidad y a las actividades sociales y de ocio para evitar la propagación del Covid-19. Unas restricciones cuya entrada en vigor se desconoce por ahora, pues los consejeros de Salud e Interior, Josep Maria Argimon y Joan Ignasi Elena, no la han concretado al no haberse acabado de redactar este lunes la resolución que las recoge, y estar pendiente de la aprobación del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Las nuevas medidas del Govern catalán, según han explicado estos dos dirigentes junto a la portavoz Patrícia Plaja en rueda de prensa, se centrarán en imponer a partir de ahora el cierre de actividades a las 00:30 h de la madrugada como muy tarde, incluida la recogida de los establecimientos. Tampoco se podrá comer ni beber en la vía pública, y los locales deberán respetar un espacio de distancia interpersonal de unos 2,5 metros cuadrados por persona. Las actividades culturales se podrán seguir desarrollando siempre y cuando sean con el público sentado.
Reuniones de un máximo de diez personas
Por lo que respecta a las reuniones sociales, quedarán limitadas a un máximo de diez personas, tanto en espacios públicos como privados. Aunque ello no significa, a tenor de las explicaciones de los dirigentes del Govern, que afecte a establecimientos como la restauración o locales comerciales, siempre que se respeten las distancias interpersonales y entre mesas y las medidas de protección y seguridad habituales, como el uso de mascarillas. Ni tampoco al transporte público, que seguirá funcionando como hasta ahora.
Sobre este punto, Plaja ha indicado que esperan que el TSJC dé una respuesta con la "máxima diligencia", y que la limitación no afectará a bodas o actos religiosos, ya que se seguirá rigiendo por limitaciones de aforo (70%).
Asimismo, el Govern ha recomendado a los ayuntamientos que restrinjan desde las 00:30 h y hasta las 6:00 h de la madrugada las concentraciones en lugares públicos como parques y playas, con el fin de evitar aglomeraciones como las que se han visto en las últimas semanas, durante las cuales la pandemia se ha descontrolado.
"Nunca pensé en una explosión de contagios así"
En este sentido, el conseller Argimon ha reconocido que "nunca" pensó en una explosión de contagios como la que se ha experimentado en Cataluña en las últimas dos o tres semanas, a pesar de que esta situación ya se había producido en otros países como Gran Bretaña por la irrupción de la variante delta del virus. Una variante que, según ha admitido Argimon, ya alcanza el 80% de los casos en algunos puntos de Cataluña.
El responsable de Sanidad de la Generalitat, asimismo, ha justificado el permiso dado a al menos tres festivales musicales masivos en las dos últimas semanas con tests de antígenos previos --Vida Festival, Canet Rock y Cruïlla Festival, este último el pasado fin de semana-- en el hecho de que acontecimientos así "se trabajaron durante meses, inluso a partir de dos proyectos de investigación" como los de la sala Apoplo y el Palau Sant Jordi antes del verano, y con buenos resultados. Aunque ha reconocido, eso sí, que el momento de su celebración "epidemiológicamente hablando, no ha sido con los mejores datos", y ha lamentado las numerosas imágenes de asistentes sin mascarillas.
"Seguiremos semanas con incidencias elevadas"
El conseller, asimismo, ha admitido que todavía se desconoce cuándo se llegará al pico máximo de contagios --"seguiremos semanas con incidencias elevadas, esto no se enjuaga en sólo una o dos"--, y que "el virus se propaga mucho más rápido de lo que podemos ir vacunando". En este sentido, también ha destacado la importancia de tener la pauta completa --dos dosis-- de la vacuna para frenar los casos graves de contagios frente a la variante delta, más contagiosa.
A rebufo de Valencia con el toque de queda
Por lo que respecta a la posibilidad de recuperar en el futuro el toque de queda nocturno, la Generalitat se resiste por ahora a solicitárselo al Gobierno español, a pesar de que esta medida excepcional se aplicó hasta el pasado mes de mayo y contribuyó a reducir el número de contagios al mantener a la población en casa a partir de las diez de la noche.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha limitado por ahora a encargar a su gabinete jurídico que estudie el aval judicial al toque de queda en la Comunidad Valenciana por si, "llegado el momento", el Ejecutivo catalán --con índices de contagios muy superiores-- se encontrara con la "necesidad de pedirlo" para Cataluña.
Así lo ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, después de que el Govern haya acordado pedir al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que les autorice a cerrar todas las actividades, como restauración y cultura, como máximo a las 00.30 horas de la madrugada y limitar los encuentros a un máximo de diez personas.
"Equilibrio"
Preguntada sobre por qué no han apostado por un toque de queda como el aprobado por la Generalitat Valenciana, Plaja ha insistido en que lo que pretenden es encontrar el "equilibrio" entre las medidas para evitar la propagación del coronavirus y la vida social, económica y los criterios emocionales.
No obstante, Plaja ha indicado que Aragonès ha solicitado --tras conocerlo durante la reunión extraordinaria de la comisión delegada sobre Covid de Cataluña este lunes-- estudiar la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, que autoriza la limitación a un máximo de 10 personas las reuniones sociales y familiares en toda su comunidad y el toque de queda entre la 1:00 y las 6:00 h en 32 localidades de más de 5.000 habitantes que presentan mayor riesgo epidemiológico por coronavirus.
Situación "más que pésima"
Argimon ha reconocido que la situación de la pandemia en Cataluña es "más que pésima". En los hospitales siguen llegando más pacientes y, según la última actualización de la Generalitat, a día de hoy hay 1.091 ingresados en planta y 209 en las ucis.
El responsable sanitario del Govern ha apuntado que la pandemia está afectando sobre todo a la población joven --en buena parte, no vacunada aún-- y que "una de cada cuatro personas ingresadas en la uci es menor de 40 años", donde la edad media es de 50 años.
Para reducir la presión asistencial, en un momento en el que además hay más de 800 profesionales sanitarios de baja por contagio de Covid, el conseller ha pedido la colaboración de la ciudadanía: "No lo podemos fiarlo todo a la bata blanca, que está tensionada y necesita hacer vacaciones", ha dicho.
En el plano de la vacunación, la Consejería de Salud prevé terminar las segundas dosis de 60 a 69 años entre esta semana y la que viene, y acortará el intervalo de segunda dosis de AstraZeneca hasta las cuatro semanas. Además, Salud vacunará a hijos jóvenes de personal sanitario, con el fin de evitar que infecten a sus padres y que incrementen las bajas laborales por coronavirus.