El independentismo ha acogido con frialdad la intensa remodelación del Gobierno anunciada ayer por Pedro Sánchez. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, se ha despachado contra el baile de carteras: "Es una remodelación que ofrece pocas posibilidades de pensar que haya una voluntad de resolver el conflicto político".
Lo ha dicho este domingo en el acto Mójate por la esclerosis múltiple, una iniciativa impulsada por la Fundación Esclerosis Múltiple, al que también han acudido la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, la de Investigación y Universidades, Gemma Geis, y el de Salud, Josep Maria Argimon.
El "espejismo" de Iceta
Borràs ha añadido, además, que el paso de Miquel Iceta por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública ha sido un "espejismo que ha durado seis meses", tras conocerse su cambio al departamento de Cultura y Deporte.
Más comedidos se han mostrado el número uno y la número dos del gobierno catalán. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, también ha restado importancia a los nuevos nombramientos, aunque ha dicho que "lo importante es el qué, no el quién". Por su parte, Vilagrà ha lamentado que estos cambios internos puede retrasar algunos de los trabajos de la comisión bilateral entre Govern y Estado.
Mesa de diálogo
En ese sentido, ha avisado de que el Govern planteará en la mesa de diálogo la amnistía y un referéndum de autodeterminación, "independientemente de las personas que vengan a verbalizar" la propuesta de Sánchez.
"Pero no solo el qué en materia de la resolución del conflicto político, sino también en muchas cuestiones sobre las que se deben tomar decisiones ya", ha afirmado, como la venta de tests del Covid-19 en las farmacias.