Eloi Badia ha exhibido apoyo a su recogida de basuras antes de otra protesta vecinal. El concejal de Emergencia Climática de Barcelona ha presumido del aval del Govern al polémico sistema de puerta a puerta a poco más de 24 horas de otra concentración vecinal.
Ha ocurrido en el Ayuntamiento de Barcelona, donde Badia ha comparecido junto a Isaac Peraire (ERC), nuevo director de la Agencia Catalana de Residuos. Los dos cargos han defendido la desaparición de los contenedores. El edil se ha avenido a "cambios" en el sistema, que ve "vivo y flexible", pero ha insistido en su aplicación.
El Govern lo avala
El máximo directivo de la ARC ha defendido dar un "aprobado" al Ayuntamiento de Barcelona por su "apuesta" con el modelo. Una opción que la Agencia ve "necesaria", por cuanto la normativa comunitaria obliga a recortar de forma paulatina la basura reaprovechable que llega a los vertederos.
Peraire ha abogado también por "introducir mejoras" en la recogida, y ha emplazado a la Administración local a "escuchar a los residentes" disconformes.
El 80% de hogares participan
A su vez, según Badia, ocho de cada diez hogares de los 6.000 que participan en la prueba piloto de la recogida de basuras en Sant Andreu "participan" en el sistema.
En cuanto a eficiencia, el edil ha avanzado que la separación de deshechos ha aumentado del 37% al 76%. Las incidencias se circunscriben, ha dicho el concejal de BComú, a 150 bolsas de residuos semanales, lo que incluye a vecinos que rechazan participar en el sistema. "Hay que convencerles", ha prescrito Badia.
Otra protesta
Los argumentos de Badia y el Govern a favor del puerta a puerta no convencerán a la ciudadanía. O al menos, a parte de ella. Los vecinos de Sant Andreu contrarios al puerta a puerta se manifestarán ante la sede del distrito mañana. Los residentes convergerán ante el edificio oficial por la tarde, coincidiendo con una sesión plenaria del consejo de distrito.
Será la cuarta protesta contra la desaparición de contenedores en el casco antiguo de Sant Andreu desde que el gobierno municipal de Barcelona impuso el nuevo sistema el 24 de mayo. Ante la oposición ciudadana, el Ejecutivo local se ha abierto a modular la implantación en otros barrios.