Rabia sin disimular. El sector más irredento del independentismo, que forma parte de las listas de Junts per Catalunya, ha reaccionado de forma virulenta tras la concesión de los indultos por parte del Gobierno a los políticos presos, y tras las palabras del presidente Pedro Sánchez, en las que insiste en que hay un “tiempo para el castigo y otro para el perdón”. Uno de los más radicales, Joan Canadell, diputado de JxCat, y que fue el número dos en la lista electoral, tras la candidata Laura Borràs, y expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, ha sido tajante: “Sánchez, un gran ‘fdgp’, (hijo de la gran puta, en la traducción al castellano).

 

Canadell lanzó un mensaje en su cuenta de twitter, este viernes, tras las palabras de Sánchez en las que insistía en esa idea del tiempo de castigo y de perdón. Y señalaba que cada uno podía interpretar esa siglas “como quiera”, aunque son las siglas del acrónimo del insulto, en catalán. Al exabrupto añadía que no se podía tolerar ese concepto del castigo. “Nos castigan por ser catalanes, por querer nuestra libertad. ¿Quiénes son ellos para castigarnos? No queremos su perdón porque no tienen ningún derecho sobre nosotros. Por favor, más que nunca, ¡Tenemos mucha prisa!”.

Sánchez, "un dictador para Cataluña"

Canadell mostraba así el rechazo que ha causado la decisión de los indultos. El mensaje, sin embargo, lo borró de inmediato, aunque otros activistas en las redes lo hicieron suyo o lo criticaron. El diputado de JxCat se hacía eco de un mensaje de Francesc de Dalmases, diputado también de JxCat, y que forma parte del núcleo duro de Laura Borràs y de Carles Puigdemont. De Dalmases reiteraba el cabreo por los indultos y la forma de encarar el problema de Pedro Sánchez, con palabras igual de duras que Canadell.

El diputado de JxCat Francesc de Dalmases, en TV3 / CCMA

“Lo más indecente de Sánchez no es cuando habla de perdón –cojones, los políticos que sermonean—si no que en lugar de disimular y hablar de justicia, haya hablado directamente de castigo. No pueden hacer nada más, todo presidente español es un dictador en potencia para Cataluña”.

Esa es la grieta que se ha abierto en el seno del independentismo. Canadell, Dalmases y otros dirigentes de Junts per Catalunya se han refugiado en tesis resistencialistas, mientras que en Esquerra, aunque se mantiene la retórica de la amnistía y del derecho de autodeterminación, ha iniciado un camino distinto con la voluntad de negociar con el Gobierno español.