Un debate sobre los medios públicos de la Generalitat, que esclarezca qué ha pasado, pero, principalmente, que señale el camino para que exista una mayor transparencia y el independentismo no marque las reglas de juego. Lo impulsa la entidad Federalistes d’Esquerres, que preside el catedrático de Ciencia Política de la UAB, Joan Botella. La idea es que “sin un cambio en la orientación y la praxis en TV3 y Catalunya Ràdio, será difícil encontrar vías de encuentro en la sociedad catalana”.
Ese posicionamiento lo ha expresado en un debate organizado este sábado por Federalistes d’Esquerres el director de opinión de Crónica Global, Manel Manchón, junto con la periodista del digital El Independiente, Iva Anguera de Sojo. Los dos profesionales han señalado que ha habido en los últimos años una identificación de los profesionales de la comunicación con una idea que ha sabido transmitir el independentismo: el proceso hacia un estado propio se ha identificado como una petición democrática, como si fuera una mejora de la propia democracia. Tanto Manchón como Anguera han negado esa conexión, porque “la democracia se defiende a partir de las instituciones y del ordenamiento jurídico”, en palabras de Anguera.
La responsabilidad de los profesionales
El debate, moderado por la escritora Mireia Esteva, ha contado con diferentes intervenciones de miembros de la entidad, que han reclamado que los diferentes partidos no independentistas trabajen para “salvar” a los medios públicos de la Generalitat, con la voluntad de que puedan servir al conjunto de la sociedad catalana. Lo que se ha señalado es que los propios profesionales de esos medios deberían “mostrar su voz”, como sí han hecho en los últimos años los periodistas de RTVE.
La cuestión, en todo caso, es más profunda. Manchón ha reiterado que, como ocurrió con la transición, una generación de periodistas consideró que se podía trabajar codo con codo con los dirigentes políticos porque el fin se podía justificar: un estado propio, producto de un proceso democrático. Si en la transición esa complicidad podía estar justificada –se luchaba para pasar de una dictadura a una democracia— ahora esa petición estaría fuera de lugar, porque se ha querido distorsionar una democracia, y un estado democrático.
La fuerza de las subvenciones
Pero en el debate ha surgido también el hecho de que ha sido la propia administración catalana la que, dirigiendo a los medios públicos, o subvencionando a los privados, ha provocado un choque con el Estado con consecuencias penales para sus responsables.
Federalistes d’Esquerres insistirá en los próximos meses en fiscalizar a los medios públicos, para que se garantice la pluralidad, que pasa por un cambio en la óptica de los programas, por los enfoques y por la elección de los temas que deben ser objeto de discusión. Entre los presentes en el debate estaba la diputada del PSC, Beatriz Silva, que mantiene desde hace meses ese trabajo de indagación sobre TV3 y Catalunya Ràdio.