Gestos. Se han sucedido desde que el Gobierno comenzó a anunciar sin tapujos que preparaba el indulto para los líderes del procés condenados por el 1-O. Desde la carta del presidente de ERC, Oriol Junqueras, hasta la foto del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al Rey con motivo de la XXXVI Reunión del Círculo de Economía. Sin embargo, el independentismo mantiene un discurso de confrontación, como han escenificado el mismo Aragonès y el expresidente fugado Carles Puigdemont en Waterloo.
Aragonès ha visitado este viernes a Puigdemont en la Casa de la República y, en la posterior conferencia de prensa, ambos han dejado otro gesto en clave independentista: ha sido el prófugo el que ha presentado al republicano. A continuación, este ha declarado que la reunión se debería celebrar en la Generalitat, "en ausencia de represión", y ha respondido a los indultos que concederá el Gobierno: "No son la solución; el objetivo es la independencia de Cataluña".
"Amnistía y autodeterminación"
El president ha mostrado su lado más belicista junto a Puigdemont, ya que ha insistido en la "represión" que, a su juicio, sufre el independentismo. También ha recordado que los separatistas son "mayoría" en las instituciones, y ha repetido el discurso de las últimas fechas: "Los indultos que pueda decidir el Gobierno no son una solución política a un conflicto de fondo; Cataluña quiere ejercer ese derecho de autodeterminación sin limitaciones". Es decir, pide amnistía y autodeterminación.
Aun así, Aragonès ha reconocido que los indultos pueden aliviar "la represión" de los condenados por malversación y sedición, aunque se ha comprometido a seguir trabajando para encontrar una "solución política basada en la democracia y en el ejercicio del derecho a la autodeterminación". Además, según el republicano, "hay una voluntad por parte de la ciudadanía de ser un estado independiente, y una voluntad del Estado por impedirlo".
Los escoltas de Puigdemont
Otro gesto de Aragonès. Ha acusado al Estado de impedir la seguridad de Puigdemont como expresidente: "Todos los presidentes de la Generalitat tienen derecho a tener su seguridad garantizada, especialmente con un cargo tan relevante como el de eurodiputado", ha afirmado.
La fiscalía pidió seis años de cárcel y 27 de inhabilitación para el exconseller de Interior Miquel Buch por presuntamente contratar como asesor a un sargento de los Mossos d'Esquadra para que siguiera ejerciendo como escolta de Puigdemont en Bélgica. El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, había pedido el lunes al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, que restableciera el servicio de escolta a Puigdemont para que pueda disponer "de la máxima seguridad en los espacios de trabajo, en la vivienda personal y como persona física".
Puigdemont: "Mesa de negociación"
Sobre el papel del Consejo para la República --que retrasó la investidura hasta el último momento--, ha echado balones fuera, como también lo ha hecho sobre un posible referéndum. En este punto, sin embargo, ha remarcado que "el independentismo nunva a a renunciar a su objetivo, que es la independencia de Cataluña".
En cambio, Puigdemont ha ido un paso más allá: "El referéndum lo hicimos el 1 de octubre y lo ganamos. Solo un referéndum acordado con el Estado español puede sustituir el referéndum del 1 de octubre". Por eso, el prófugo ha matizado el concepto de "mesa de diálogo": "Habría que entrar en el concepto de mesa de negociación. Diálogo lo podemos tener, pero la negociación es para resolver conflictos políticos. La negociación es lo que tiene la carga política". "¿Piensa el Estado negociar con Cataluña como nación, con sus instituciones?", ha concluido. Sobre los indultos, ha argumentado que "el Estado se ve obligado a concederlos" porque, si no toma la iniciativa, "otros lo harán por él". Por último, Aragonès ha afirmado que habrá más reuniones con Puigdemont.