El PP de Barcelona ha pedido hoy detener y "revisar" la prueba piloto de recogida de basuras puerta a puerta de Sant Andreu. Óscar Ramírez, portavoz popular, ha exigido al gobierno municipal de Ada Colau reevaluar el sistema para "adaptarlo a las circunstancias y necesidades concretas" de cada barrio.
En una nota, el partido ha anunciado que elevará esta propuesta a la Comisión de Ecología, que tendrá lugar la próxima semana. La formación pedirá a los partidos de gobierno y oposición que se suspenda y revise el puerta a puerta para adaptarlo a la realidad de cada barrio. Ello tras las fuertes críticas vecinales al sistema, estrenado a finales de mayo.
"Causa problemas"
Ramírez ha subrayado que el Ejecutivo local debería "desplegarlo [el puerta a puerta] de forma progresiva o sólo en aquellos barrios donde se pueda gestionar de forma eficiente". Según los populares, la experiencia de Sant Andreu deja claro que la desaparición de los contenedores "no es aplicable a todos los barrios ni calles de la ciudad, generando graves problemas de suciedad, basuras acumuladas y malos olores".
Esta situación, además, se verá agravada en verano "con la temporada de calor". El PP recuerda que advirtió de que "este sistema no se puede aplicar en todos los barrios, cuando se presentó la nueva contrata de basuras". ¿Por qué? "No es lo mismo un núcleo histórico de un barrio de Barcelona con casas bajas y pocos vecinos, que un barrio como Sant Andreu, donde este sistema afectará a más de 11.000 viviendas y casi 30.000 vecinos".
Los vecinos, en pie de guerra
El edil popular ha señalado que "con esta primera fase inicial ya se han puesto de manifiesto las múltiples incidencias del servicio así como el aumento de la suciedad en las calles y la acumulación de las bolsas no recogidas por el servicio de limpieza al no cumplir la normativa". En las fases posteriores, cuando el puerta a puerta se amplíe, "la situación será aún más crítica".
La información de que el PP presentará una propuesta para detener y revisar la recogida de basuras sin contenedores llega después de que los vecinos de Sant Andreu montaran en cólera por el pinchazo del nuevo sistema. Desde la entrada en funcionamiento, los residentes han irrumpido en un consejo de barrio, han protestado en la calle y han denunciado el caso al Síndic de Greuges, el defensor del pueblo autonómico.