El presidente del grupo parlamentario de Junts per Catalunya (JxCat), Albert Batet, ha prometido lealtad al republicano Pere Aragonès, al que mañana apoyarán para que sea investido presidente, pero ha advertido de que su partido actuará con firmeza para que se culmine el proceso independentista. “Ningún partido ha ganado las elecciones, ha sido la unidad del 52%”, ha dicho Batet.
En su intervención para responder al discurso de investidura de Pere Aragonès, ha dado por inaugurado “el gobierno del 52% para avanzar hacia la república catalana, un gobierno que liderará también la salida de la crisis sanitarias, económica y social”.
Diálogo y confrontación
“Los partidos independentistas –ha explicado--, por separado, perdieron las elecciones, pero la suma ganó con más fuerza que nunca. La ciudadanía nos dio un mandato muy explícito, unidad para que Cataluña tenga un gobierno independentista fuerte y estable”.
Por eso “damos una oportunidad a la mesa de diálogo y negociación con el Estado. Siempre hemos dicho que la solución es un referéndum. Pero sabemos que la negociación tiene posibilidades de éxito limitadas. Ningún gobierno español, ni del PP ni del PSOE, ha abierto una vía de diálogo. El ministro Iceta, que es catalán, rechazó el referéndum”.
Consejo de la República
Por eso, JxCat defiende también la confrontación, en la que “será necesaria la implicación de todos los actores, desde los partidos hasta la sociedad civil. De ahí que haya defendido espacios para coordinar estrategias”. Por ello, “apostamos que ese espacio se coordine desde el Consejo de la República. Nunca hemos planteado una tutela, sino una institución colegiada”.
“Usted será el presidente del 52%, sabemos que es consciente del importante reto. Nos tendrá a su lado, con lealtad compromiso, pero con firmeza para avanzar hacia la república catalana”, ha dicho.
La militancia de JxCat
Batet ha recordado que el acuerdo con ERC fue sometido al parecer de la militancia de JxCat a pesar del “riesgo de ser rechazado en una consulta interna, pero fue aprobado con gran mayoría. Por eso es un acuerdo sólido, fruto de la responsabilidad y la generosidad. Puede ser un acuerdo histórico. Partimos de una legislatura que levantó muchas expectativas, fuimos de más a menos, pero ahora podemos ir de menos a más, quizá no levanta tantas expectativas, pero depende de cómo lo hagamos, veremos si vale la pena. La historia no dice que solo avanzamos sin trabajamos juntos con lealtad y confianza mutua”.
“Si la represión del Estado esperaba debilitar el independentismo, el resultado ha sido 52% de los votos y 74 diputados. Querían caldo, pues dos tazas. Esa es la realidad. El independentismo sigue vivo y determinado. La represión nos ha dejado heridas, sobre todo quienes están en la prisión y en el exilio. Pero no nos ha doblegado ni vencido. Ahora somos más conscientes de nuestras debilidad, pero también nuestras fortalezas”.
Los tres partidos independentistas –Jxcat, ERC y CUP--, ha admitido, tienen programas diferentes, por lo que “el primero objetivo era coordinar estrategias y buscar los puntos comunes que nos sirvan de brújula. Tenemos la vía del diálogo y la confrontación, son visiones complementarias y necesarias, no incompatibles, la cara de la misma moneda. Hay estrategias diferentes, pero ningún partido independentista ganó las elecciones, ganó la unidad independentista”.