El preacuerdo de ERC y JxCat para revalidar su Govern secesionista ha sido bien acogido entre sus dirigentes y asociaciones afines, aunque también existen algunas voces discrepantes. Es el caso del expresidente de la Generalitat Quim Torra que, siempre crítico con los republicanos, no ha tardado en expresar sus recelos por su pacto con los posconvergentes, al parecer poco radical para su gusto.
"Sin estrategia independentista se hace difícil gobernar", ha apuntado Torra en sus redes sociales, marcando así distancias con el contenido de dicha alianza.
El exmandatario posconvergente ha expresado en numerosas ocasiones su rechazo a sus antiguos socios de Govern, a los que lleva años reprochando por su supuesto posibilismo con el Gobierno español y, más recientemente, por su gestión durante la pandemia de coronavirus. Algo ha subrayado incluso tanto en su último libro autobiográfico Les hores greus, como en las decenas de presentaciones del mismo.
JxCat había insistido desde el principio de la negociación en acordar una estrategia de "confrontación" concreta para plantar cara al Estado y avanzar hacia la secesión de Cataluña, antes de cerrar los detalles del futuro Govern. Pero el preacuerdo anunciado este lunes prevé la creación de un núcleo estratégico del independentismo en el que se intentará consensuar los próximos pasos del procés.