Su condición de eurodiputado le permite dar un baño de realidad al proceso independentista. “Cataluña ha quedado descartada de la mesa de debate europeo”. Jordi Cañas (Barcelona, 1969) asegura que “el procés está muerto y, por mucho que algunos le pongan colonia, es un cadáver putrefacto”.
Sin paños calientes, Cañas describe a Carles Puigdemont como “una figura crepuscular, patética, pero peligrosa” pues “ejerce el peor oficio que puede tener un político, que es crear problemas”. En una entrevista en el programa Converses de COPE Catalunya, confiesa que ni mira ni saluda al independentista fugado cuando se cruza con él en el Parlamento Europeo.
Opacidad de Pedro Sánchez
Asegura que la estructura de los fondos europeos Next Generation para la reconstrucción post-Covid son obra de su compañero de filas, Luis Garicano, y reprocha al Gobierno de Pedro Sánchez la “opacidad” en la gestión de esas ayudas. “No hay un espacio donde presentar propuestas de forma pública. No hay una oficina que no esté controlada por el Govern, a diferencia de otros países", alerta. Cree que España ha perdido la oportunidad de ocupar el lugar que ha dejado el Reino Unido tras el Brexit y liderar la Unión Europeo junto a Alemania y Francia. “Pero Italia nos ha superado”, dice, tras criticar que el Gobierno no esté presente en los foros de decisión. "Bruselas no es un cajero automático", avisa.
Bromea sobre la gestión de los fondos europeos que reclama el Govern. “No es que nos les dejen, es que son los estados los que rinden cuentas con Europa. Si los fondos los tienen que gestionar alguien como Tremosa (el consejero de Empresa de la Generalitat y exeurodiputado) que los paren. No pueden estar en manos de gestores inútiles”, dice.
El futuro de Ciudadanos
No echa de menos su etapa como diputado en el Parlament. Y defiende los colores de su partido, a pesar del adverso ciclo electoral sufrido. Ve necesaria una actualización de los objetivos programáticos de Cs. De ahí que, en julio, esté prevista una convención para “resituar nuestro proyecto reformista y adaptarlo al siglo XXI”. Y reta a los críticos a recoger firmas y forzar un congreso extraordinario si quieren presentar un liderazgo alternativo a Inés Arrimadas.
“Somos liberales progresistas. Lo de ser de centro no me pone. Estamos fuera de los extremos, pero tampoco somos moderados. Somos apasionados. Quiero ser radicalmente transformador”, afirma Cañas.