Se llama Jesús Alcantarilla y era miembro de la Guardia Civil. Hoy es director de seguridad en la Abadía de Montserrat. “Nunca ha renunciado a sus orígenes”, explican sus allegados a Crónica Global.
La elección de un miembro de la Benemérita para vigilar ese icono del catalanismo, visitado por miles de personas cada año, no tendría mayor importancia si no fuera por el desprecio que el Govern independentista siente por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El último episodio de ese rechazo fue la decisión de la Generalitat de no vacunar a los agentes de la Guardia Civil y la Policía.
Sin embargo, casos como el de Alcantarilla, que lleva 13 años al frente de la seguridad de ese referente del nacionalismo, dan un baño de realidad a esos apriorismos ideológicos. Instituciones catalanas como Agbar o Caixabank confían la dirección de su seguridad a policías nacionales, mientras que el Barça ficha a Ferran López, conocido como el "comisario del 155", mando de los Mossos d’Esquadra muy alejado, según fuentes policiales, del independentismo de Joan Laporta.
Quienes han trabajado con Alcantarilla, entre ellos altos mandos de los Mossos, le definen como una persona entregada y muy comprometida con su trabajo. El excomandante de la Guardia Civil siempre ha reivindicado sus orígenes con “orgullo”, pero también elogia el papel de una policía integral como la policía autonómica. Cree que todos los cuerpos “deben ser hemanos”.
Programa Coopera
Acredita una larga experiencia policial, entre la cual destaca la participación en la puesta en marcha del Programa Coopera de la Guardia Civil dirigido a colectivos y profesionales de la Seguridad Privada. Optimizar la relación entre ese ámbito civil con la Benemérita es uno de los objetivos de ese programa.
También lo es el convenio establecido entre el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC) y la Universitat de Barcelona, fruto del cual es el Grado de Seguridad que incide en la importancia de la seguridad privada en grandes empresas, clubs deportivos e instituciones. El exconsejero de Interior, Ramon Espadaler, fue el impulsor de ese acuerdo universitario.
El reciente fichaje de Ferran López como responsable de seguridad del FC Barcelona ha sorprendido en algunos ámbitos policiales. Es conocido como el “comisario del 155” porque se mantuvo en su puesto durante la aplicación de ese artículo de la Constitución debido al desafío secesionista, aunque otros muchos altos cargos del Govern también lo hicieron. López, aseguran fuentes policiales, “no tiene nada de independentista. Puede sorprender que Laporta le fiche, pero no que el comisario decida incorporarse al Barça. López ya lo ha hecho todo en el cuerpo de Mossos, difícilmente será jefe del cuerpo una vez reincorporado Trapero”.
Se refieren a Josep Lluís Trapero, absuelto por la Audiencia Nacional tras ser juzgado por el referéndum del 1 de octubre de 2017. Trapero mantiene una relación personal y profesional muy estrecha con López. Recuerdan las citadas fuentes que la seguridad del Barça se ha nutrido de excargos de los Mossos durante su trayectoria, como es el caso del exdirector de la policía autonómica, Ferran Martorell, que estuvo implicado en un caso de espionaje que, afirman, "es imposible que suceda con Ferran López".
El caso de Agbar y Caixabank
Otras instituciones muy arraigadas en Cataluña han recurrido a la Policía Nacional para cubrir su seguridad. Es el caso de Agbar, que fichó al exjefe superior de Policía de Cataluña, José López, y de Caixabank, que cuenta con exjefe de la comisaría de Ferrol y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de La Coruña, Francisco Javier Gudiña. En 2015 se incorporó a la seguridad privada.
De los Mossos procede el jefe de seguridad del Port de Barcelona, Bernat Baró, mientas que otras instituciones como la Sagrada Familia o Banc Sabadell optaron por técnicos en seguridad que no proceden del mundo policial.