Un silencio prolongado, que solo ha roto con un puñado de personas muy escogidas. Jordi Pujol se ha confesado de nuevo, esta vez con la publicación de un libro-entrevista, que publicará en el mes de junio, de la mano de Proa y Enciclopèdia, con el título de Entre el dolor i l’esperança. La entrevista se la realiza el escritor y periodista Vicenç Villatoro, que ha mantenido el contacto en todo este tiempo con el expresidente de la Generalitat.
Pujol ha intentado participar en el debate público, pero con un éxito relativo, desde su confesión en el verano de 2014, sobre la cuenta que había permanecido oculta en Andorra, con fondos, como explicaría en el Parlament, que provienen del legado de su padre, Florenci Pujol, que él denominó como “deixa”. A pesar de algunos homenajes, organizados por sus antiguos colaboradores en el Palau de la Generalitat, como su jefe de comunicación, Jesús Conte, Pujol apenas ha incidido públicamente y se ha mantenido en silencio, con periódicas publicaciones en una web de pensamiento cristiano, la Associació Serviol.
Futuro como colectivo
Villatoro fue uno de los impulsores de la Fundació Acta, junto con Pilar Rahola, con la intención de potenciar y modernizar el ideario nacionalista, en colaboración con Convergència Democràtica. Y es ahora el encargado de una entrevista en la que Pujol aborda las contradicciones del proceso independentista y la reacción del Estado, además de analizar su propia conducta, la que le llevó a mantener en el silencio más absoluto –sin regularizar—una cuenta en Andorra, que provocó una investigación judicial que sigue su curso. El último movimiento sobre ello ha sido el paso de la Audiencia Nacional de confirmar el auto con el que el juez José de La Mata propuso juzgar a los miembros de la familia Pujol por los delitos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda Pública y falsedad documental.
Pujol no ha dejado de escribir en todo este tiempo, desde su cofensión en 2014, de tomar notar y de hablar con un núcleo de personas que lo han podido visitar. En el libro, y en confesión a Villatoro, el expresidente catalán hace referencia al sentimiento de culpa y la petición de perdón, y expresa también su visión sobre lo que Cataluña debería formular, como colectivo, en el futuro inmediato.