La exconsejera Merixtell Serret ha negado este viernes los delitos de malversación relacionados con el 1-O. La republicana ha declarado esta mañana ante el Tribunal Supremo, después de regresar a Cataluña tras más de tres años huida en Bélgica.

Serret ha comparecido ante el instructor del procés Pablo Llarena tras ponerse a disposición del Supremo el pasado 11 de marzo. Tras ello, el magistrado acordó su libertad provisional sin medidas cautelares, de manera que dejó sin efecto la orden de busca y captura nacional y la situación de rebeldía de la exconsellera, procesada por malversación y desobediencia tras el 1-O.

Arropada por Aragonès

A su llegada al tribunal, Serret ha sido arropada por el líder de ERC y vicepresidente del Govern en funciones Pere Aragonès, además de por otros dirigentes republicanos (Marta Vilalta) y de JxCat (Meritxell Budó y Pilar Calvo).

Aragonès ha querido expresar el "total apoyo del Govern" a Serret en un proceso "continuación del juicio del procés y que ha calificado de "venganza". El republicano ha vuelto a pedir una ley de amnistía y el derecho a la autodeterminación como vía para solucionar el conflicto catalán. En la misma línea se ha pronunciado Pilar Calvo, de Junts, que ha recordado las discrepancias del Constitucional con el fallo del Supremo.