Las marchas de coches de los últimos días en la avenida Meridiana para evitar que un grupo de decenas de independentistas sigan cortando de forma diaria esta arteria barcelonesa han irritado a los simpatizantes del procés. Hasta el punto de que algunos de ellos han llegado a expresar su rechazo mostrándole el trasero a los conductores contrarios a la protesta.

Así ha ocurrido esta misma semana en la que, al igual que la pasada, algunos vecinos del barrio se han organizado para utilizar sus vehículos a modo de contramanifestación autorizada. Una iniciativa que ha propiciado que el pequeño grupúsculo secesionista haya sido desplazado por los mossos fuera de la calzada: concretamente, a la explanada situada ante la estación de tren de Sant Andreu Arenal.

 

Los independentistas, molestos con quienes se manifiestan contra ellos

Desde ese lugar, algunos radicales suelen dirigir todo tipo de insultos hacia los coches de los contramanifestantes, y varios de ellos, incluso, les giran la espalda para enseñarles el culo a su paso. Eso sí, sin llegar a bajarse los pantalones.

La indignación de los secesionistas --que el lunes recibieron la visita y el apoyo de la presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat)--, sin embargo, contrasta con la alegría de no pocos vecinos, que aplauden desde sus ventanas, balcones y desde la acera la marcha anticortes.