Tras siete meses de gobierno en funciones y mes y medio desde que se celebraron las elecciones catalanas, a Pere Aragonès le entra la prisa. "No es el momento de chutar el balón hacia delante", ha advertido hoy a Junts per Catalunya (JxCat), formación que ha vetado dos veces la investidura del candidato republicano y que apuesta con radicalizar su estrategia de confrontación con el Estado.

Prueba de ello es el cese de Jaume Alonso-Cuevillas como secretario segundo de la Mesa del Parlament, tras calificar de "tontería" que iniciativas contra la monarquía y la autodeterminación que no conducen a nada acaben en una inhabilitación judicial.

Pese a ello, ERC asegura que facilitará la sustitución de Cuevillas por Aurora Madaula, la diputada que propone JxCat y que debe ser designada tras una nueva votación en el Pleno. Pero JxCat no se mueve de sus posiciones en lo que respecta a cerrar un acuerdo de gobierno. Es más, exige de nuevo que los republicanos reconozcan el liderazgo de Carles Puigdemont en el Consejo para la República.

Negociación

En declaraciones a la prensa en la sede del partido, Aragonès ha dicho estar "en disposición" de incorporarse a "cualquier conversación" sobre la investidura, que llevan equipos negociadores, si así se lo piden: "No tengo ningún problema en hacerlo". "Este martes hará 15 días del segundo debate de investidura. Creemos que no es el momento de ir chutando el balón hacia delante, sino que es el momento de cerrar un acuerdo que permita formar Govern", ha apuntado Aragonès. Ha rechazado poner fechas inamovibles, pero "si el acuerdo se da el 12 de abril, mejor que el 14, y si es el 14, mejor que el 16".



El candidato de ERC ha reivindicado el acuerdo con la CUP, que considera "perfectamente asumible" por Junts. Y ante la posibilidad de que los neoconvergentes se queden en la oposición, ha dicho que la prioridad de ERC es su incorporación a un Govern "que cuente con la mayoría parlamentaria independentista".



"Estamos en una situación en la que el país tiene muchas urgencias, urgencias de carácter social y económico, con una situación provocada por la pandemia que nos pone cada día nuevos retos y que necesita un Govern con todas las funciones", ha subrayado el candidato de ERC.

Las exigencias de Waterloo

Pese a ello, JxCat redobla sus exigencias. El vicepresidente del Consejo para la República, Toni Comín, ha defendido reformular este órgano incorporando un "estado mayor", formado por ERC, Junts, CUP, ANC y Òmnium Cultural, pero ha dejado claro que no debe sustituir las funciones de dirección del expresidente catalán Puigdemont en la entidad ni debe obligarle a dejar la presidencia. "Hay que ver cómo encajamos este órgano con los ya existentes. Esto no significa sustituir, en ningún caso, el gobierno del Consejo", ha dicho Comín en una entrevista a Europa Press.

El papel del Consejo en la nueva legislatura ha sido uno de los escollos en las negociaciones de investidura. Junts quiere que sea el espacio que coordine la estrategia independentista mientras que los republicanos apostaban por que esta coordinación se haga fuera de este órgano porque lo ven partidista.