La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la exconsellera de Trabajo de la Generalitat Dolors Bassa han regresado este martes por la noche a sus respectivos centros penitenciarios después de que el juez de vigilancia aceptara el recurso de la fiscalía y les revocara el régimen de semilibertad tercer grado que disfrutaban.
Bassa ha sido recibida a las puertas de la prisión de Puig de les Basses de Figueres por una treintena de simpatizantes --buena parte de ellos, dirigentes de partidos y entidades secesionistas, como el presidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, y varios consellers, como Teresa Jordà o Chakir El Homrani--, a los cuales ha expresado su agradecimiento en un breve discurso.
Bassa: "Seguimos con las mismas convicciones"
Bassa, condenada por sedición y malversación por el procés, ha considerado que, con la pérdida de su semilibertad, "la venganza ha vuelto a pasar por delante de la justicia una vez más". La exdirigente de ERC, asimismo, ha subrayado que "seguimos con las mismas convicciones y eso no cambiará nunca. Queremos seguir adelante y seguiremos, pese a los problemas". Y, tras enfatizar que "la rabia, la indignación y la injusticia siguen", se ha mostrado convencida de que "al final ganaremos, con persistencia y siempre al lado de la gente".
Pocos minutos después, hacia las 21:30 h de la noche, se repitió una situación similar con Forcadell, en su caso recibida por alrededor de un centenar de simpatizantes y dirigentes políticos convocados por partidos y entidades secesionistas a las puertas de la cárcel barcelonesa de Wad Ras. Entre los asistentes estuvieron la portavoz de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, los consellers de la Generalitat Alba Vergés, Bernat Solé y Josep Bargalló, y la eurodiputada Diana Riba, entre otros.
Forcadell: "La cárcel es la continuación de la lucha"
“La cárcel no es el final de nada, es la continuación de la lucha. Seguiremos luchando y persistiendo y al final ganaremos”, ha manifestado la expresidenta del Parlament durante la legislatura de 2015 a octubre de 2017, que culminó con un referéndum ilegal de secesión y una declaración unilateral de independencia de Cataluña.
A partir de ahora, y al igual que el resto de dirigentes encarcelados por el procés, Forcadell y Bassa vuelven a su situación penitenciaria anterior, de manera que sólo podrán salir de prisión para trabajar o hacer voluntariado.