Tras como estaba previsto, el Parlament ha votado en contra de la investidura de Pere Aragonès, quien solo ha obtenido los votos de su partido, ERC (33 diputados) y CUP (9). PSC-Units, En Comú Podem, Vox, Ciudadanos y PP han votado en contra.

Al no haber obtenido la mayoría absoluta suficiente en primera vuelta, el republicano deberá someterse a una segunda vuelta el próximo martes día 30, en la que ya solo es necesaria una mayoría simple que tampoco tiene garantizada. Junts per Catalunya (JxCat), que se ha abstenido, había instado al candidato a renunciar a esa segunda sesión para seguir negociando "los próximos días o semanas".

Con la votación ha concluido una sesión plenaria en la que se ha visualizado un nuevo enfrentamiento entre ERC y JxCat, asi como las viejas rencillas entre ambas formaciones, que en la anterior legislatura compartieron gobierno. El motivo alegado por los neoconvergentes para torpedear la investidura es la falta de una acuerdo de legislstura sólido que evite precisamente una reedición de esas peleas. Pero en realidad, se trata de una lucha por el poder entre ERC y Carles Puigdemont, que quiere dirigir el Govern desde Waterloo a través del Consejo para la República.